El Presidente Mas, la vicepresidenta
Ortega y la ‘consellera’ de educación Irene Rigau han tenido que declarar
delante de los jueces como imputados por haber puesto los medios para que la
gente pudiera expresar su opinión a través de una consulta no vinculante el 9
de noviembre del año pasado.
Pero si la Fiscalía del Estado tiene
una misión, que es cortar de raíz la sedición catalana, nosotros también
tenemos una nuestra: encontrar y seguir el camino antiguo de La Cerdanya,
siguiendo las pistas reveladas en el documento de Pep.
Aparcamos en la pista de Coll de Torn,
más o menos donde la cruzamos la semana pasada. El termómetro del coche de Pep
marca 0 grados pero hace sol y no tardaremos en entrar en calor: nos espera un
desnivel de unos 400 metros en línea recta y sin camino.
Afortunadamente para mí, Carles y Pep
van parando cada tanto tiempo para hablar de sus documentos. Agradeciendo la
oportunidad de descansar, no les interrumpo.
Mirando hacia el Coll de Torn
Vamos cruzando rastros de caminos que
suponemos que son de rebecos. Dejamos atrás donde paramos para comer la semana
pasada y continuamos hacia la siguiente línea de rocas. Antes de llegar, Pep se
desvía hacia la derecha, haciendo una diagonal hasta llegar a la cresta que da
al Clot de Comabona. Delante tenemos la gran olla del Clot y, 10 metros debajo
nuestro, las señales inconfundibles de un camino. Lo tenemos que haber cruzado
en la subida pero era imposible verlo.
Entrando en el Clot de Comabona
Nos adentramos en el valle, donde hay
un grupo de caballos pastando, y, una vez en el centro, subimos a un pequeño
montículo. Desde aquí se ve el ‘grau’ por donde bajamos hace tantos años.
Ahora, es evidente que por allí no podía pasar el camino: ¿por qué subir para
luego bajar?.
Mientras descansamos, veo un grupo de
rebecos arriba en la ladera. Así que tenemos tres grupos de mamíferos grandes
en esta morena glacial. Los rebecos arriba, los caballos en el centro del
valle, cada uno espaciado por unos 50 metros, y en un pequeño montículo, 3
humanos, 2 de ellos hablando de castillos.
El Clot de Comabona
Es hora de marchar. Volvemos a la
cresta y nos preparamos para seguir el famoso camino de La Cerdanya. Tenue es
decir poco. Con Carles por delante como explorador, vamos siguiendo un pequeño
rastro. De hecho, de bajada es como mejor se ve. Cuando doy la vuelta y miro
hacia atrás, el camino desaparece.
Pep es inusualmente atento conmigo, me
espera, me dice por dónde pasar. “¿Y eso?”, le pregunto. “Es que quiero un
track limpio y preciso de tu GPS”, me contesta. “Con un camino tan importante,
no puede haber errores”.
En el camino de la Cerdanya
Pasamos el Clot de Palomar y el camino
se convierte en una antigua pista. Un poco más abajo, vemos un camino muy
marcado que bordea unos prados y que fue el camino que seguimos hace más de 10
años. Ese camino se difuminó pasados los prados; nunca lo volvimos a encontrar
y acabamos subiendo demasiado alto.
Después de comer a la sombra de un
árbol, acabamos de enlazar con la pista cerca del Coll de Torn e iniciamos el
camino de vuelta por la pista. Con el lugar por donde pasamos delante nuestro,
pregunto a Pep cómo supo dónde estaría el camino, con un margen de error de tan
sólo 10 metros. “Es muy sencillo”, me contesta. “Por debajo, el terreno es muy
malo, con paredes de roca, y además entraríamos en la ‘tartera’ del Clot de
Comabona y allí no habría camino. Y la otra vez, pasamos por encima de esa
línea de rocas y entramos demasiado arriba. Así que tenía que estar cerca de la
línea de rocas, pero por debajo. Es obvio, ¿no?”. Le contesto que ahora que lo
ha explicado sí, pero antes, no lo era tanto, al menos para mí.
Eso deriva en una conversación más
general sobre la inteligencia y la educación. Según los psicólogos, hay 7 u 8
tipos de inteligencia distintos, todos igual de válidos, pero nuestro sistema
educativo sólo prima uno, el del pensamiento matemático/lógico.
Y haciendo eco de un programa de
televisión que se está dando actualmente, Economia
en Colors, se calcula que para llegar a ser experto en algo, se necesitan
al menos 10.000 horas de práctica. Y, decían los presentadores del programa, acumular
esas 10.000 horas necesarias (que son muchas) es mucho más agradable y dará
mucho mejor resultado si te dedicas a algo que realmente te apasiona y no algo
que simplemente te proporciona una salida laboral.
Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 7,2 km; 450 metros de
desnivel acumulado.
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