Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



viernes, 5 de octubre de 2018

20/7/2018 – La mina de Montraveta


Repasando los mapas del ICC después en casa, veo un topónimo en que hasta ahora no me había fijado – la mina de Montraveta. La busco en el libro de minas. Resulta que tuvo una vida efímera al final de los años 40 pero, aún así, tuvieron tiempo para hacer un pequeño teleférico hacia La Pobla de Lillet.

Hablando con Pep, propongo que busquemos esa mina, ya que Carles aún está en la playa. Aparcamos en una curva de la larga pista de La Pobla de Lillet a Falgars, a la entrada del estrecho valle que sube hacia la Font de la Tosca.

Vista hacia el norte, con La Pobla de Lillet abajo y Puigllançada atrás

Primero subimos por antiguos campos y luego una antigua pista gira hacia la izquierda y sube el valle, para luego convertirse en camino que sube por el lecho mismo de la riera, que lleva agua que baja de la fuente.

Pep en la Font de la Tosca

Llegamos a la Font de la Tosca, una surgencia amplia desde la roca porosa que le da su nombre, cubierta de musgo. Seguimos subiendo y entramos en unos campos antiguos de reducidas dimensiones, con pequeños muros y dentro, avellanos. Deducimos que aquí, antes de la mina, se cultivaban avellanos. Detrás, la tierra de repente cambia de color, tomando un tono gris oscuro. Son los escombros de la mina. Encima, los restos de una barraca y detrás, la mina, cuya entrada solo se intuye ya que se ha hundido. Localizamos la vía por donde se empujaban las vagonetas hacia el teleférico, situado en una punta de la cresta.

Lo que queda de la mina de Montraveta

Seguimos una pista antigua que cruza unos campos y finalmente subimos sin camino por los bancales hasta el camino que baja desde el Xalet de Catllaràs al barrio de Corominas. Vemos superpuestas tres épocas en un mismo lugar: primero, el uso agrícola; después, la minería, durante dos o tres años; y después la explotación forestal, quizás hace 40 años ya.

Nos desviamos del camino del Xalet para bajar al Gorg de la Lleona. Ese nombre debe venir antiguamente de Llacuna porque, en el fondo del valle, hay un estanque donde cantan las ranas, que de repente se callan al escuchar nuestras voces. Subimos sin camino hacia el Xalet. Propongo que nos desviemos hacia la Collada Cerdana, donde comemos.

El camino a La Pobla de Lillet desde el Xalet, ahora parte de la Xarxa Lenta

Por ser pleno verano, hace una temperatura muy suave con una brisa agradable. El  bosque está clareado, dejando muchos espacios para la luz.

Bajamos la cuesta hacia el oeste, pasando cerca de la mina de Capdevila pero sin verla. Entramos en una zona de cultivo, ahora pequeños prados separados por rocas grandes y dispersas, donde crecen pinos altos y rectos. Abundan las mariposas y flores. La sensación general que da es de serenidad y armonía, una sensación que nos permite reconciliarnos con el bosque y sanar las heridas que dejó la excursión de la semana anterior.

El bosque bajo la mina de Capdevila

Empalmamos con el camino señalizado de la Xarxa Lenta, dejando para otro día un camino de carboneros que cruza el Rec de Serrat Pinós para entrar nuevamente en el bosque. Diez minutos después, estamos en la pista de Falgars.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 7,0 km; 450 metros de desnivel acumulado.

miércoles, 3 de octubre de 2018

13/7/2018 – Arderiu


Hoy estamos solos Pep y yo. Carles está en la playa, cumpliendo con su deber de padre de familia. Ya le imaginamos, el cuerpo pringoso de crema solar y helado derretido y la arena que se pega a los sitios más molestos. Niños gritando, pelotas aterrizando encima tuyo mientras intentas leer; la verdad es que ni a mí ni a Pep nos gusta la playa.

Pep lleva tiempo hablando de ir a la zona de Arderiu y Ardericó. Sus documentos hablan de una lista de casas que hoy están desaparecidas y quiere encontrarlas. La última vez que estuve por allí fue en una salida en octubre de 2014 con Carles. Había un camino que, desde la casa del Castell, pasaba por los campos debajo de Serra Pigota y acababa en la casa de Arderiu. Sin duda sería el camino que usaba la gente de esa casa para ir a La Pobla de Lillet. De este camino, salía un ramal que había quedado pendiente y que parecía dirigirse a la casa de Serra Pigota, que está más elevada.

Propongo que busquemos este ramal ya desde Serra Pigota. Aparcamos en el monasterio de Santa María y empezamos a caminar por la pista hacia la casa de Junyent. Charlando tranquilamente, dejamos la pista de Junyent para subir a la casa del Castell y luego a Serra Pigota, que parece más bien un cobertizo hecho con bloques de hormigón. La casa original ha desaparecido.

La casa del Castell. Aquí, aparte del castillo, había una pequeña comunidad en la Edad Media

Subimos el Clot de Serra Pigota hacia el Gorg de la Lleona por una pista antigua. Pistas de nueva factura atraviesan la nuestra y una la seguimos pero queda muerta cuando la pendiente no le permite continuar. Bajamos por un caos de ramas y troncos hacia otra pista, que luego subimos. En alguna parte de esta destrucción estará el ramal que seguí con Carles a Serra Pigota pero hoy no lo encontramos. Seguramente ha desaparecido. Subimos a una cresta para empalmar con el camino principal de Arderiu a La Pobla de Lillet pero en su lugar hay una pista de 6 metros de ancho que va siguiendo el trazado del camino.

En un claro del bosque, miramos hacia el norte y vemos que también se ha hecho una pista que baja desde la Collada de Tortas hacia el Pla d’Erols, debajo de Puigllançada, y todo nos indica que ha obliterado al menos parte del antiguo camí ramader. Mientras caminamos hacia el Arderiu, el mal humor de Pep va en aumento ante esta destrucción gratuita. ¿Por qué tienen que abrir la pista forestal justo encima del camino?, me pregunta. Pero la respuesta ya la sabe: es el trazado más fácil y más lógico.

Así ha quedado el camino histórico de Arderiu a La Pobla

Como aspecto positivo, el desbroce ha creado zonas abiertas donde crecen cardos y, entre los cardos, revolotea una multitud de mariposas de distintas especies. En las zonas llanas con señales de antiguos cultivos, Pep se aparta de la pista en busca de casas pero, con todo lo que se ha removido, no consigue sacar nada en claro.

Iberian marbled white (Melanargia lachesis)

High brown fritillary (Argynnis adippe)

Comemos bajo un árbol en los campos debajo de la casa de Arderiu. Es una casa arreglada, cuidada, con un jardín que claramente recibe los mimos de algún jardinero, y está celosamente protegida con vallas altas para que no entre ningún animal o humano. Pero con tanta pista nueva que le rodea, seguro que habrá perdido algo de su encanto. 

Bajamos hacia Junyent. Allí también se ha creado una pista nueva que ha aprovechado parte de una pista antigua, pero con ramales nuevos. Con tanta rama en el suelo, es inútil intentar buscar caminos antiguos. Después de sorprender a una cierva con su cría, llegamos a la casa de Junyent. Es una casa grande, con al menos dos ampliaciones. Hace bastantes años, hice una de las caminadas populares de La Pobla, que pasó por Junyent. En aquel tiempo, el pajar aún estaba en buen estado y allí se hizo el pan con butifarra para los caminantes. Hoy, parece que hace años que no viene nadie.

El pajar de Junyent, con la casa al lado

Solo nos queda seguir la pista al monasterio. Nos vamos de aquí con un mal sabor de boca. ¿Quién sabe cuándo volveremos?

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 12,5 km; 480 metros de desnivel acumulado.

PD. El día después, noto que me pica la espalda. Algunas horas después, tengo la espalda y los hombros llenos de granos y ronchas urticariantes que tardan una semana en marcharse. Como causa, la única hipótesis que se me ocurre es que cuando bajamos sin camino por el bosque cortado, Pep, que iba primero, levantó pelos de procesionaria que luego cayeron hacia atrás sobre mí. Cosas del karma …