Repasando los mapas del ICC después en casa,
veo un topónimo en que hasta ahora no me había fijado – la mina de Montraveta.
La busco en el libro de minas. Resulta que tuvo una vida efímera al final de
los años 40 pero, aún así, tuvieron tiempo para hacer un pequeño teleférico
hacia La Pobla de Lillet.
Hablando con Pep, propongo que busquemos esa
mina, ya que Carles aún está en la playa. Aparcamos en una curva de la larga
pista de La Pobla de Lillet a Falgars, a la entrada del estrecho valle que sube
hacia la Font de la Tosca.
Vista hacia el norte, con La Pobla de Lillet abajo y Puigllançada atrás
Primero subimos por antiguos campos y luego una
antigua pista gira hacia la izquierda y sube el valle, para luego convertirse
en camino que sube por el lecho mismo de la riera, que lleva agua que baja de
la fuente.
Llegamos a la Font de la Tosca, una surgencia
amplia desde la roca porosa que le da su nombre, cubierta de musgo. Seguimos
subiendo y entramos en unos campos antiguos de reducidas dimensiones, con
pequeños muros y dentro, avellanos. Deducimos que aquí, antes de la mina, se
cultivaban avellanos. Detrás, la tierra de repente cambia de color, tomando un
tono gris oscuro. Son los escombros de la mina. Encima, los restos de una
barraca y detrás, la mina, cuya entrada solo se intuye ya que se ha hundido.
Localizamos la vía por donde se empujaban las vagonetas hacia el teleférico,
situado en una punta de la cresta.
Seguimos una pista antigua que cruza unos
campos y finalmente subimos sin camino por los bancales hasta el camino que
baja desde el Xalet de Catllaràs al barrio de Corominas. Vemos superpuestas
tres épocas en un mismo lugar: primero, el uso agrícola; después, la minería,
durante dos o tres años; y después la explotación forestal, quizás hace 40 años
ya.
Nos desviamos del camino del Xalet para bajar
al Gorg de la Lleona. Ese nombre debe venir antiguamente de Llacuna porque, en
el fondo del valle, hay un estanque donde cantan las ranas, que de repente se
callan al escuchar nuestras voces. Subimos sin camino hacia el Xalet. Propongo
que nos desviemos hacia la Collada Cerdana, donde comemos.
El camino a La Pobla de Lillet desde el Xalet, ahora parte de la Xarxa Lenta
Por ser pleno verano, hace una temperatura muy
suave con una brisa agradable. El bosque
está clareado, dejando muchos espacios para la luz.
Bajamos la cuesta hacia el oeste, pasando cerca
de la mina de Capdevila pero sin verla. Entramos en una zona de cultivo, ahora
pequeños prados separados por rocas grandes y dispersas, donde crecen pinos
altos y rectos. Abundan las mariposas y flores. La sensación general que da es
de serenidad y armonía, una sensación que nos permite reconciliarnos con el
bosque y sanar las heridas que dejó la excursión de la semana anterior.
El bosque bajo la mina de Capdevila
Empalmamos con el camino señalizado de la Xarxa
Lenta, dejando para otro día un camino de carboneros que cruza el Rec de Serrat
Pinós para entrar nuevamente en el bosque. Diez minutos después, estamos en la
pista de Falgars.
Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 7,0 km;
450 metros de desnivel acumulado.
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