Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



sábado, 5 de junio de 2021

14/5/2021 – Entre Comellas y La Ribera (2ª parte)

Nada más ver a Pep en el Mikado, le muestro mi mapa, con los caminos ya marcados hace más de 15 años. “No me importa que custodies los mapas, pero al menos me los tienes que dejar mirar”. También le muestro la casa marcada en el mapa del Alpina, aunque cuando estuvimos allí, no vimos nada.

Pep decide que todo esto se tiene que comprobar. Aparcamos en el mismo sitio y bajamos la misma pista al Coll de Serrallonga. Todavía no han reparado la fuga de agua. Llegamos a la curva donde, según el Alpina, estaría la casa pero no vemos nada. “Igual está más abajo”, pensamos. Y bajamos una cresta llena de arbustos de boj muertos. De repente, noto telarañas por la cara y los brazos, como en esas películas de terror. Protesto a Pep, que va delante, que no está limpiando el paso para que yo, que soy más delicado, no tenga que bajar con el temor de ver una tarántula subiendo el jersey.

“Ven a ver eso”, me dice. Llego a donde está él y enfoco la vista. Por todas partes, hay hilos de una telaraña más buen gruesa y que no se rompe fácilmente. Y al final de la telaraña cuelga una oruga verde. Son las orugas de la mariposa del boj, que se cuelgan de las ramas de los pinos, esperando engancharse a algún animal (en este caso, nosotros) que luego las llevará con toda comodidad a una zona donde aún quedan arbustos intactos. Miro abajo y veo orugas subiendo el pantalón y el jersey. Me quito el sombrero y también hay orugas. Pasamos unos minutos quitando polizontes indeseados y luego nos alejamos a toda prisa.

Orugas de la mariposa del boj esperando pasaje

Una vez fuera de la zona de boj, concluimos que la casa marcada en el Alpina está mal puesta y en realidad, es la casa que Pep encontró la semana pasada. Volvemos a la pista de La Ribera y subimos por los campos hasta llegar al camino transversal que tenía marcado. Confirmamos que viene de La Riera y llega a los campos, pero no va más allá. Su fin era exclusivamente venir a trabajar. Me asombro que fuera capaz de seguir esos caminos medio borrados cuando todavía era un relativo novato y que además, los plasmara en el mapa sin más ayuda que mis ojos y un altímetro.

El resto de la mañana lo dedicamos a subir y bajar crestas y seguir pistas de desembosque abandonadas hace años hasta acumular un desnivel suficiente para volver a casa con un mínimo de dignidad.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 8,3 km; 425 metros de desnivel acumulado.

7/5/2021 – Entre Comellas y La Ribera (1ª parte)

 Pep ha estado estudiando el mapa de la Minuta otra vez y dice que había un camino que enlazaba Cal Comellas con el núcleo de La Ribera, después de conectar con el camino que venía del Col Jovell.

Aparcamos en la pista que va a Sant Romà de la Clusa, en la bifurcación que va al Coll de Serrallonga. Como es de costumbre, Pep me secuestra los mapas. Camino con menos peso, pero con el inconveniente de no poder impugnar sus decisiones por falta de referencias. Bajando por la pista, vemos que baja agua desde la pista de Sant Romà, donde hay un colector que lleva agua a Vilada.

Al llegar a la riera, vemos un camino que sube y nos desviamos para seguirlo. Resulta ser un fragmento del camino antiguo de Comellas a La Ribera, que enlaza con otro fragmento de lo que habría sido el camino de Vilada. Gana fuerza la idea de que la pista al Coll de Serrallonga se hizo sobre el camino antiguo de la Minuta.

A medida que continuamos, vemos campos aterrazadas que van subiendo por lo que ahora es bosque. Esta visión será un constante durante todo este flanqueo. A Pep le fascina la extensión; kilómetros y kilómetros de muros de piedra seca que convirtieron todas las laderas orientadas al sur en campos de cultivo.


Campos interminables que suben las cuestas

En el Coll de Serrallonga, seguimos la pista que baja hacia las Eres de Vilada. Queda algún fragmento de un camino antiguo pero nada más y damos la vuelta para volver a la pista principal. Con La Ribera a la vista, surgen los primeros caminos con un poco de cara y ojos: uno que baja a La Ribera, al lado de una casa medieval que hasta ahora desconocíamos y dos que suben por los campos.

Torres de ventilación de una ciudad subterránea

Bajamos el camino de cresta hacia La Ribera y luego buscamos un camino transversal, que no existe. En realidad, Pep me confiesa más tarde, estaba eliminando posibilidades para un trayecto alternativo del camino de La Minuta. Una vez satisfechos que aquí solo hay antiguos campos, subimos sin camino hasta recuperar la pista. Ahora solo queda comer algo y volver al coche.

Vista del paraíso rural de La Ribera desde arriba

En el transcurso de la conversación, Pep me revela que ha estado hablando con el nuevo responsable del Archivo Comarcal. Resulta que el archivero y el director del Parque de Cadí-Moixeró han llegado a un acuerdo para que el segundo ceda al primero toda la información que hemos ido pasando sobre caminos y estructuras en el Parque, cartografiados por Ana Seuba, que es la única que saca algún dinero del tema. Pero hay mucho más, porque el nuevo archivero quiere buscar financiación para que todo lo que hemos ido haciendo en el resto de la comarca pueda acabar en el Archivo, de nuevo con Ana Seuba como cartógrafa. A nivel administrativo, hay que plasmar todo esto en un Convenio y Pep está buscando un nombre. Lo normal es poner “Fondo” y luego el nombre de la persona o personas que aporta la documentación. A Pep no le parece ético poner solo nuestros nombres, porque en realidad son decenas de personas que de un modo u otro nos han ayudado a lo largo de los años. Al final, propongo “Fondo de Investigación Territorial del Berguedà”, que le gusta bastante. Ahora solo falta el visto bueno de Carles.

Avanzado el tema del Convenio, solo nos queda deshacer la pista hasta el coche.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 9,25 km; 315 metros de desnivel acumulado.

PD. Cuando llego a casa, miro mis mapas. Resulta que el camino de bajada a La Ribera y los dos caminos de subida, ya los tenía marcados a raíz de una salida solitaria de la que no me acuerdo. En el caso de los dos caminos de subida, se unen con un camino transversal que venía directamente de la casa de La Riera. Además, el Alpina marca una casa en la pista que seguimos, en la curva anterior a la cresta donde está la casa medieval.