Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



sábado, 27 de noviembre de 2010

19/11/2010 – Saus

Mientras estaba haciendo recuperación, Pep había hecho unas breves incursiones en la zona encima de las casas de La Sala y El Plantiu, en la carretera que va de Guardiola a La Pobla. En el libro de las Baronies de Pinós, que resume los documentos conservados desde la Edad Media de los señores de Bagà, se menciona una serie de casas dentro de la zona que se podría llamar ampliamente Riutort, que incluye la antigua iglesia de Santa Cecilia, encima del antiguo camí ral. Hace unos años, hicimos algunas salidas por allí y había una zona en concreta, cerca del Torrente de La Sala, donde había unas estructuras muy sospechosas.

Hoy, el veranillo de San Martín es historia. Hace frío. Dejamos el coche en la carretera debajo del Plantiu. Josep Mª por fin respira a gusto pero yo sólo deseo ver el sol subir por detrás de las montañas del Catllaràs. Subimos por la pista hasta encontrar un fragmento del antiguo camino que va a la casa de Saus. Cuando hicieron la pista, se llevaron por delante la sala de estar de la casa porque sólo queda la parte de detrás.
 Pep y Josep Mª contemplan las ruinas de Saus. 


Pista naturalizada cerca de la Tuta Petita

Ponemos rumbo hacia el oeste por los campos de Saus, siguiendo caminos que a veces se encuentran y a veces se pierden. Salimos a una pista nueva en la cresta entre el Torrente de La Sala y el Torrente de Cerqueda. La seguimos y al poco rato, se acaba, continuando como una pista muy antigua, prácticamente reconvertida en camino. Encima vemos una estructura cuadrada sospechosa y otro camino que entra en la pista antigua, al lado de una pequeña gruta que se llama la Tuta Petita. Aquí nos dividimos. Pep y Carles suben cuesta arriba en busca de la Tuta Gran y Josep Mª y yo seguimos buscando caminos.
Continuamos por la pista y pronto vemos un camino que sale a la izquierda. Lo seguimos y entramos en una zona de antiguos campos con paredes de piedra gris. Ahora está poblada por robles y boj pero se respira un aire de gran antigüedad. Como ya sospechaba, el camino nos lleva a las estructuras que habíamos encontrado hace unos años, subiendo desde La Sala. Continuamos el flanqueo bajo Puig Cal pero el camino se pierde en los campos y damos la vuelta para volver a la Tuta Petita.
Otra vez en la pista antigua, nos encontramos con Pep y Carles que bajan eufóricos. Han encontrado la Tuta Gran y caminos que conectan la casa de Puig Castellar con el Coll de Cerqueda.
Continuamos por la pista, que se parece mucho a una pista que se hizo en los años 20 en Greixer hacia el Coll de Cabrera y debe datar de la misma época. De repente, Pep exclama: “Casas medievales”, y señala unos montículos de piedras debajo del camino. Carles dice: “Si no ponen un letrero, no lo veo”. Creo que hablaba en nombre de todos. Vistos más de cerca, sí se distinguen unas formas de habitáculos. Ya dentro de las casas, Pep y Carles especulan, de los nombres mencionados en Les Baronies, a cuáles deben corresponder.

Una casa medieval vista desde dentro.

Josep Mª supera todos los obstáculos

Tras hacer la inspección preceptiva, continuamos hasta el Coll de Puig Cal, donde entramos en la pista moderna. Al otro lado, continúa un camino que tendrá que esperar otra ocasión. Damos la vuelta y buscamos el sitio menos frío para comer.

Otro punto de la misma pista. La pared de piedra seca delata su antigüedad

Rastro dejado por el ciervo, que usa los pinos para rascarse las astas


Continuamos hasta Saus, intentando enlazar algunos caminos. Desde la casa, tomamos un camino muy claro que baja hacia La Pobla, que sale a un llano donde está la Cruz de Saus. Desde allí bajamos directamente hasta otro camino utilizado habitualmente por la gente de La Pobla y de allí al coche.

 
Pedraforca bajo un cielo invernal

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 15,9 km; 640 metros de desnivel acumulado.

sábado, 20 de noviembre de 2010

12/11/2010 – Otra vez en Moreta

El jueves me llama Pep para decirme que contemos con él la próxima semana. Bueno, así lo haremos. De momento, somos Carles y yo y decidimos volver a la casa de Moreta para buscar caminos entre la casa y el castillo de Palmerola.
Yo ya tenía unos cuantos caminos de la Minuta marcados en el mapa y Carles los había bajado a su GPS. Entre los dos, la cosa tendría que ir bien. Pero primero Carles me propone buscar lo que parecía una casa marcada en el mapa de la Minuta, entre la casa de Moreta y el molino. Sospechaba que íbamos a perder tiempo pero yo siempre quiero dejar participar a todos y, en contra de mi mejor juicio, accedo. Matamos algunas colitas pero no encontramos ninguna casa. O se la llevó por delante alguna pista o fue un error del topógrafo … y de paso perdemos una hora.

Volvemos a la iglesia de Moreta y nos encaminamos a las Cases. Se suponía que había unas cuantas casas en ese rincón pero, aparte de la casa que todavía está en pie, sólo encontramos indicios de una. La próxima tarea: el camino al Collet del Bosc, que finalmente encontramos. Tomamos la pista a Cal Jaume pero antes de llegar a la casa, nos desviamos para localizar el camino de Moreta a Palmerola, que encontramos.

Desembocamos en el Coll de Cal Jaume y decidimos volver a buscar el arranque del camino a Puig Miró que no pudimos encontrar hace dos semanas. Mirando desde abajo, parecía claro que el camino tenía que pasar por encima de un muro de roca detrás de la casa. Subimos a la casa y allí lo encontramos, justo donde pensábamos. Comemos.


El Castillo de Palmerola visto desde Cal Jaume, con el macizo de Montseny detrás
 
Bajamos para visitar el castillo. A Pep no le gustará la remodelación pero a nosotros no nos parece tan mal. Se ve que ahora es propiedad de la Generalitat; había sido usado como centro de formación pero ahora está cerrado y vacío.
 
El Castillo de Palmerola

Bajando el camino señalizado de Itinerànnia desde el Castillo

Desde el castillo tomamos un camino señalizado hacia Moreta que nos baja a los campos pero se pierde al subir por el otro lado del torrente, hacia el Collet de les Cases. Sin embargo, sí encontramos otro camino de gran categoría pero va en una dirección que no nos conviene y, muy a pesar nuestro, lo tenemos que dejar. Desde el collado, seguimos el camino a las Cases de Moreta y de allí a la iglesia de Moreta.
 
Les Cases de Moreta
Encontramos casi todo lo que nos propusimos encontrar, fue un día cálido y soleado, y los colores de los bosques de roble estaban en su punto, pero el relato no deja de ser insípido. Mis disculpas a mis lectores pero les pido un poco de paciencia. La semana que viene vuelve Pep.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 13,6 km; 450 metros de desnivel acumulado.

sábado, 13 de noviembre de 2010

5/11/2010 – Caminos entre Sant Jaume de Frontanyà y Palmerola

Hoy quería investigar los caminos que conectaban Sant Jaume de Frontanyà y Palmerola, pasando primero por el este y luego por el oeste de Puig Miró, la montaña más alta del municipio. Me proponía enlazar algunas colitas (ver Glosario) y buscar algunos de los caminos marcados en las Minutas.

Hoy somos tres: Carles, Josep María y yo. Dejamos el coche en el Collet de les Llebres, a medio camino entre Terradelles y Cal Toni. Al haber algún bache en la pista, pongo la tracción integral, – todas las precauciones son pocas, pienso – sólo para encontrar un Citroën AX de rigurosa serie en nuestro aparcamiento y que seguramente ha seguido la misma ruta.

Vista de Sant Jaume de Frontanyà

Seguimos la pista hacia el sur y al poco rato tomamos un camino que forma parte de la ruta clásica para subir al Puig Miró. En un collado, un camino se desvía hacia la izquierda, que tomamos. A partir de allí, seguimos un largo trayecto que, con pequeñas subidas y bajadas, nos lleva hasta el Bosque de Moreta apenas con interferencia por pistas. Pasada la Carena de Comafosca, empalma con el camino de la Minuta que venía desde Sant Jaume de Frontanyà. El camino ha quedado estrecho y tapado por falta de uso pero su categoría es indudable. Lástima de su escasa fotogenicidad, ya que sólo se ve bosque por todas partes.
En las zonas soleadas, vamos pasando por zonas de cultivo que debían ser artigas (ver Glosario). En una zona extensa de campos cerca del Rec de Palmeroles, salimos a la pista. Subimos hacia arriba en busca de una casa (con tantos campos, tiene que haber una casa, pensamos) pero sin éxito. Continuamos por la pista que nos lleva al Collet del Bosc, con las Cases de Moreta a la vista. Continuamos por la misma pista, dejando más campos de cultivo y más colitas. Vemos el castillo de Palmerola, extensamente remodelado en el siglo XIX, pero hoy no lo visitamos.

Castillo de Palmerola

Estamos en el punto más alejado del coche y hay que pensar en la vuelta. Comemos en los campos de la casa en ruinas de Cal Jaume. Tenemos a la vista el castillo y abajo un grupo de casas llamado Els Casons, una de las cuales todavía está habitada.
Tenía marcado un camino de la Minuta que nos llevaría desde Cal Jaume hasta la cara sur del Puig Miró y de ahí en línea recta al coche y me proponía buscarlo. De hecho, era la única opción que teníamos. Subimos en diagonal por los campos, lo que teóricamente nos haría cruzar el camino pero un afloramiento de roca tapado por el bosque nos barre el paso y el único camino que encontramos nos lleva abajo hacia Els Casons. Llegamos abajo a la pista y vemos un camino que va subiendo hacia el norte por el Torrente dels Casons. Está muy tapado pero su antigüedad no se pone en duda y lo tomamos.


Otra vista de Palmerola subiendo hacia Puig Miró, mirando hacia el sureste


Nos quedan menos de dos horas de luz. Aprieto el ritmo. Josep María empieza a quedar rezagado, peleando con las zarzas y el boj. “Be water, my friend”, empiezo a decir pero me callo ante su mirada de pocos amigos. Además, se empeña en llevar gafas de sol y no debe ver tres en un burro. El camino sale en una pista de desembosque y, al otro lado, se difumina en bancales de campos. Ésa era la finalidad del camino: llevar a la gente de las casas abajo a trabajar en los campos. Vamos subiendo como podemos, siguiendo caminitos que conectan bancales y algún camino de vacas. Teníamos que subir directamente hacia el norte pero el propio terreno nos va llevando hacia el oeste y finalmente salimos en la cresta bastante alejados del collado por el que quería bajar. Nos queda una hora de luz.



Las casas de Llobateres desde la cresta, con los últimos rayos del sol de la tarde. Detrás, las montañas del Catllaràs


Caminamos por la cresta. Josep Maria sigue peleando con el boj, con palabras poco cariñosas para los bosques del Berguedà. Bueno, él es así. Por fin, llegamos al ansiado collado y el camino de bajada se ve claramente. Vamos bajando, dejando alguna colita. Tras descender unos 100 metros de desnivel, llegamos al inicio de una pista que nos llevará directamente al coche. La pista tiene signos evidentes de haber sido repasada por una máquina hoy mismo y tengo visiones de encontrar mi coche aplastado como una cucaracha por alguna excavadora. Llegamos justo a tiempo para ver la excavadora descargar tierra a escasos centímetros de mi coche. El conductor me saluda amistosamente.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 12,7 km; 475 metros de desnivel acumulado.

sábado, 6 de noviembre de 2010

29/10/2010 – Moreta

Hace tiempo que Pep no puede venir los viernes. Tiene una lesión y ese día le toca recuperación – cosas de la edad. Pero pronto volverá. La verdad es que sus excentricidades, combinadas con las mías, dan otro aire a este blog.

Hoy somos Carles y yo. He decidido volver a la Riera de Merlès pero en el tramo superior, en el antiguo municipio de Palmerola. Es una zona que tenemos en blanco en los mapas pero está llena de casas y molinos … y sus caminos. Dejamos el coche en el parking de la casa de Moreta, actualmente dedicada al turismo rural pero cuya historia se remonta a la Edad Media. Había mirado la Minuta (ver Glosario) de Palmerola y pasado algunos de los caminos a mis mapas. Ahora lo veríamos sobre el terreno.

La casa de Moreta


… y su iglesia

Desde la cercana iglesia de Sant Julià de Moreta, marchan dos caminos en direcciones opuestas. Hoy, quería ver los molinos así que giramos hacia la derecha por el antiguo camino que pasaba entre los campos. El camino entra en una pista y luego, en una curva, marcha el camino otra vez, que tiene un aire inconfundible de antiguo. Seguimos el camino, dejando colitas (ver Glosario) a derecha e izquierda, hasta llegar a las ruinas del molino.

Las ruinas del Molino de Moreta perdidas en el bosque

Vamos hasta la presa en la riera y damos la vuelta. Cruzamos la riera delante del molino y continuamos por una antigua pista hasta ver las ruinas de nuestra segunda casa, Pont de Moreta, aunque no está cerca de ningún puente. Cuando acaba la pista empieza una miríada de caminos. Buscamos uno que nos llevará al Molino de Puig. Las ruinas están al otro lado de la riera, que es lógico porque dependía de otra casa, y retrocedemos. Vemos la presa, aún en buen estado, al igual que el canal.

La presa del Molino del Puig. Al otro lado, se ve la toma del canal y el muro que lo aguantaba


Mirando río abajo. En primer plano, se ve la posible presa medieval del molino


Cruzamos la riera más arriba y salimos en la pista hormigonada que va a la Riba. Al poco rato, vemos un camino que baja a la derecha y en un largo flanqueo nos lleva al Molino del Puig. Un hedor de animal muerto nos produce un fuerte malestar y nos damos prisa para marcharnos otra vez.
Vamos a la última casa de hoy, Cal l’Escloper, ya cerca de Viladonja y comemos en una cresta soleada encima de la pista. No puedo sustraerme a cierto sentimiento de culpabilidad por escribir un blog llamado “Caminando por el Berguedà” y pasar la mitad del tiempo caminando en otras comarcas. Hoy estamos en el Ripollès, aunque tocando Sant Jaume de Frontanyà. Cualquier día, empezaré una entrada con “… Desde Cadaquès sale un camino …”.

Uno de los muchos caminos encantadores que nos tocó seguir

Desde la pista, había visto un camino que bajaba hacia el sur que tenía muy buena pinta. Ahora lo seguimos y efectivamente tiene muy buena pinta pero, al cabo de unos 300 metros, desemboca en una pista muy fea de desembosque. Damos la vuelta y decido buscar caminos que bajen hacia el Pont de Moreta. Encontramos otro camino, también con muy buena pinta, que nos lleva hacia el Molino del Puig desde el sur. Con el Molino a la vista, damos la vuelta; no queremos volver a respirar ese olor a muerte. Cruzamos la riera bajo la casa de Pont de Moreta y volvemos a la casa de Moreta, dejando más colitas. Es lo que pasa cuando entras por primera vez en una zona con tantas casas.
Otra vez en la casa, oigo el ruido de un cortacésped y decido presentarme, ya que hemos usado su parking. Tenemos una conversación muy amena y bastante larga ya que el actual Sr. Moreta es un gran aficionado a la historia de su familia y de la zona y tiene mucho que contar. Nos despedimos prometiendo volver con Pep, el verdadero experto en la materia.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 11,6 km; 275 metros de desnivel acumulado.