Festivos y mal tiempo nos han
mantenido en casa. Después de las últimas salidas, a Pep le quedaba una
interrogante en la zona de Guardiola.
A principios de 2014, hicimos algunas
salidas en Vallcebre y, encima del pueblo, hay un pequeño túnel por donde
pasaba el teleférico que bajaba el carbón desde las minas del Coll de Pradell.
La salida del túnel ha sido acondicionada como mirador, con unas vistas
impresionantes. Desde allí, el teleférico seguía bajando hasta llegar a la Estació Angle, cerca del camping El
Berguedà, donde cambiaba de dirección con un mecanismo de empalme que en su día fue muy complejo. Desde
allí, bajaba por el valle hasta el Collet, donde había la vía de tren.
En cierto momento, pasa a la
ribera izquierda del río Saldes y en nuestras idas y venidas por la carretera,
habíamos visto los restos de la base de hormigón de una torre de teleférico que
algún día, nos habíamos dicho, tendríamos que visitar. Pues, resulta que hoy es
el día. Además, la gente que lleva el restaurante del Collet había dicho a Pep
que gente mayor les había dicho que por la roca encima del restaurante, se hizo
otro túnel para pasar el teleférico hasta donde estaba la estación de
ferrocarril, más o menos donde está hoy el Parque de Bomberos.
Aparcamos el coche en el pequeño
núcleo de las Casas Noves del Collet y, con una temperatura gélida, subimos el
camino señalizado hacia Les Llenes – 180 metros de desnivel de golpe. Llegamos
al collado justo cuando el sol empieza a asomarse por detrás de las montañas de
Sant Julià de Cerdanyola.
En el cruce con el camino que va a El Vilar
Pasamos por el yacimiento del poblado
medieval de Les Llenes, en el mismo estado de abandono total que habíamos visto
la última vez que pasamos por aquí, y entramos en la pista que baja hacia el
río. Sin embargo, en vez de continuar hacia la derecha, giramos a la izquierda.
Por aquí, no ha pasado nadie en décadas; está todo tapado de zarzas y espinos.
Seguimos bajando como podemos, por los restos de la pista, por fragmentos del
camino antiguo, a veces a cuatro patas. Tras pasar por un par de carboneras,
encontramos un camino transversal y giramos a la izquierda.
Pedraforca, siempre majestuoso
Nos vamos acercando a la roca. Tenemos
la fábrica del Collet abajo. Vemos los restos de una barraca, luego una torre
de teleférico de madera todavía en buen estado de conservación, y detrás … la
boca del túnel, todavía con los postes del teleférico en su interior. Es un
momento histórico y lo vamos recorriendo todo poco a poco para saborear el hallazgo
en toda su plenitud.
El poste de madera del teleférico
En el interior del túnel
Y la salida sobre el Collet
El túnel es más largo que el de
Vallcebre y desde la salida al otro lado, vemos los pisos del Collet debajo.
Damos la vuelta y vamos a buscar la base de teleférico que veíamos desde el
coche. La encontramos sin grandes dificultades y aquí comemos, con vistas al
Pedraforca nevado. El sol está en su punto más alto y hace una temperatura
suave.
La base de hormigón; al otro lado del valle, en la sombra, la carretera de Saldes
Guiados por la orientación infalible
de Pep, volvemos hacia arriba por otro camino pero pasando por las dos
carboneras, una detrás de la otra, y luego siguiendo la pista, toda tapada de
zarzas. Hace más de 15 años que lo conozco y aun no entiendo cómo puede moverse
con una precisión milimétrica por estos terrenos perdidos.
Salimos al camino de Les Llenes. Con
el calor del sol, ahora vemos columnas de procesionaria buscando un sitio dónde
enterrarse. “¿Cómo es que han salido dos meses antes de tiempo?”, pregunto a
Pep. Señala los pinos secos, sin hojas, casi muertos, que nos rodean: “Se
quedaron sin comida”. Siguiendo la misma lógica, pienso, las mariposas también
saldrán dos meses antes de tiempo, más pequeñas y más débiles, cuando las
condiciones todavía no son propicias. A ver si eso ayuda a acabar con la plaga.
Pinos moribundos; detrás, la línea del camino del Vilar
Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 6,25 km; 340 metros de
desnivel acumulado.
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