Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



domingo, 1 de noviembre de 2015

9/10/2015 – El término municipal de Gisclareny – 1ª parte (Las Costes de Roset)

Cuantas cosas han pasado desde la última salida. Hubo un viaje a Inglaterra, y luego el 11 de septiembre, que cayó en un viernes. Había la duda de si ir o no, total, no cambiaría nada y lo importante eran las elecciones del día 27. Pero al final, mi mujer y yo decidimos ir para dejar constancia.

Pep y Carles fueron dos veces más al Cadí pero en cada ocasión, después de que Pep me explicara la ruta y el desnivel, le deseé buena suerte y hasta la próxima. Las dos salidas eran por no-caminos escabrosos, la primera con un desnivel de 1.500 metros y la segunda de 800 metros. Pero Pep se dio por satisfecho al haber cubierto lo que sería el extremo occidental del antiguo municipio de Bagà.

Las elecciones del 27 de septiembre no dieron la victoria contundente que querían los soberanistas y subió mucho Ciutadans (uno sospecha porque son jóvenes y guapos). A ver qué pasa.

Nosotros lo teníamos todo a punto para salir el día 2 de octubre pero una previsión de lluvia hizo que Pep diera la orden de quedarse en casa, aunque al final no llovió.

El día 8, Pep me llama a casa. “¿Has hecho la Canal del Cirer?”, me pregunta. “No”. “¿Y las Costes de Roset?”. “Tampoco”.

El día 9, con una temperatura de sólo 5 grados, aparcamos en el Coll de la Bauma. “Será suave”, me asegura Pep, al advertirle de que no he hecho nada de montaña (subir a Queralt no cuenta) desde el día 28 de agosto. Además, empiezan las clases de canto y tiene que estar en Gironella a las 4 para recoger a su hija.

Hoy, Pep trae un nuevo documento, también del siglo XVIII, que describe por donde pasa del término municipal de Gisclareny. Y precisamente el término pasaba por la Canal del Cirer.

Bajamos el camino antiguo de Gresolet, ahora marcado como parte de la ruta dels Cavalls del Vent. El camino entra en una curva de la pista y nosotros nos desviamos a la derecha para entrar en la Canal del Cirer. Dos caminantes bastante corpulentos que están siguiendo las marcas del Cavalls del Vent, al vernos dejar la ruta, dudan unos momentos y, antes de desaparecer, les aseguramos que van bien y que somos nosotros que vamos mal.

El camino antiguo de Gresolet a Coll de la Bauma. Ya se intuyen los colores de otoño

El camino, probablemente un atajo para hacer solamente a pie, sube el barranco con fuerte pendiente, buscando un paso entre las rocas. Tan empinada es la pendiente que nos obliga a hacer varias pausas. “¿No crees que viene siendo hora de buscar a una enfermera que nos acompañe, preferentemente con desfibrilador?”, pregunto retóricamente a Pep en una de esas pausas. “Subir esas cuestas con nuestra edad es una temeridad”.

Saliendo de la Canal del Cirer

Salimos del barranco y entramos en los primeros campos de Roset. Ha salido el sol y ya no hace frío. Pep se siente, vuelve a sacar el papel y lee en voz alta los detalles de los lugares por donde pasa el límite municipal. “Te tendrás que acostumbrar a verme con papeles”, me dirá después. “Carles y yo ya estamos en otra pantalla”. Guarda el papel y seguimos subiendo. 
Pep explica su plan a Carles

Entramos en un camino transversal bastante marcado. Es el camino de Roset y también el camino antiguo de Bagà a Gòsol. Aquí las señales (aunque erosionadas) de antiguos campos son inconfundibles. Los viejos del lugar dicen que aquí nunca ha habido campos pero la evidencia sobre el terreno dice lo contrario. Seguramente ya llevaban mucho tiempo abandonados antes de que nacieran.

Pep gira a la derecha para mostrarme la casa de Roset, una casa pequeña metida en un hueco del terreno para protegerla del norte. No creo que haya durado más que un par de generaciones. El documento de Pep no la menciona. Volvemos a girar hacia el oeste por el camino hasta llegar a una pequeña cresta donde paramos. Se ve cómo el camino continúa hacia el Coll de Font Cerdana.

Los pocos restos de la casa de Roset

“¿Te gusta el camino?”, me pregunta Pep. “Te he traído aquí expresamente”. “Pues, sí”, contesto. “Está muy bien. Está muy bien formado y tengo ganas de seguirlo hasta el final”. “Pues no”, dice Pep, agitando el papel. “Tenemos que subir por allí”, y señala unas rocas blancas a 300 metros de desnivel hacia arriba. “Además, aquí dice que el término municipal cruza el camino de La Cerdanya”.

Pep lleva muchos años sospechando la existencia de este camino, que entraría en el Clot de Comabona y subiría al Coll de Puig Terrers antes de que se abriera el actual Camí dels Gosolans. Hace muchos años, antes de empezar este blog y antes de que se nos uniera Carles, lo habíamos intentado encontrar, pero sin éxito. “Creo que fuimos demasiado arriba aquella vez”, concluye Pep. “Tiene que pasar más abajo”.

Vista de la cara norte de Pedraforca con el valle de Gresolet abajo

Dejamos el camino y ponemos rumbo al norte. Cruzamos la pista de Coll de Torn y, tras una larga subida, por fin llegamos a la roca. Pep busca cruces grabados en la piedra pero no las hay y nos metemos en una especie de hueco en la roca para almorzar. La vista es inmensa, con el Pedraforca delante. Los bosques empiezan a lucir colores de otoño.

La vista desde donde comimos

Bajamos sin camino, intentando evitar meter el pie en las grietas de las rocas tapadas por el enebro. Ya casi en la pista otra vez, encontramos algunas setas, rovellones y fredolics, quizás 1 kg en total, pero este año ha sido muy malo para las setas … demasiado calor y no ha llovido.

Caminando por la pista hacia el Coll de la Bauma, aún tenemos tiempo para seguir otro fragmento del camino de Bagà a Gósol que evita hacer el rodeo por la Barraca de l’Andal. “Bueno, ya sabemos qué haremos la semana que viene”, dice Pep, al llegar al coche. “Buscar el camino de la Cerdanya”.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 5 km; 550 metros de desnivel acumulado.

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