Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



jueves, 24 de marzo de 2011

11/3/2011 – Entre Paller y la Bassa de Tarnes

Nuestros lectores recordarán que la semana anterior no pudimos continuar por el camino antiguo a Paller de Dalt por la nieve. Hoy, a las 9.15, estamos aquí otra vez mirando la continuación del camino, ahora sin nieve. La primera parte es muy perdedora, por la erosión, la vegetación y las rocas que cayeron abajo al hacer la pista forestal. Sin embargo, salimos a una cresta y las eses son inconfundibles y un poco más adelante, vemos las piedras para aguantar el camino por la roca. Pep me sonríe con amabilidad, feliz, sin rastro de las quejas de la semana pasada.


La transformación de Pep, obrada por unas simples piedras

Salimos en el camino de los rombos amarillos que hice con Josep Mª el 11 de febrero, justo en el punto donde nos parecía que entraba un camino desde abajo. El camino antiguo se ve claramente subiendo por el camino de rombos pero luego lo deja, marchando por la izquierda, o sea, hay una parte que es auténtica y otra parte que fue inventada. Al final, lo abandonamos debajo de la pista ya que se vuelve impracticable.
Dedicamos un tiempo a reconstruir el resto del camino antiguo hasta Paller de Dalt. Pep inspecciona los restos de la casa/iglesia. Bajando por la pista otra vez y con tiempo para pensar, no puedo evitar cierta tristeza por lo que está pasando en Libia. Hasta Carles lo nota. Ojalá estemos viendo el principio del fin de los gobernantes crueles de este mundo.
Nos plantamos debajo del camino que Pep vio la semana pasada subiendo a la Bassa de Tarnes e iniciamos la subida. Con el esfuerzo físico, dejo de pensar en Libia. Tras unos 150 metros de desnivel, el camino se aplana y entra en un pequeño bosque de hayas. En una entrada en octubre, hablé de mi simpatía por las hayas – árboles bondadosos por excelencia – y un camino por un bosque de hayas siempre atrae. Quizás uno de los ejemplos más emblemáticos en el Berguedà está en la Baga de Noucomes, entre el Pla de l’Estany y el valle de Peguera, ahora parte de la Ruta dels Bons Homes.

 Cruzando el pequeño bosque de hayas camino a la Bassa de Tarnes

Sin embargo, cruza un torrente y vuelve a emprender una dura subida. Se ven varios caminos que se entrelazan, que sugiere un ‘camí ramader’ o camino utilizado para subir ganado a los prados de montaña. Por fin, salimos a la Bassa de Tarnes. Después de descansar, probamos de bajar hacia el sur por un barranco a la izquierda del Roc de Claniars pero el camino que Pep había visto hace un par de salidas resulta ser de ciervos y se difumina. Bajamos como podemos hasta entrar en una zona de campos y buscamos el camino que sube al collado en la Sierra de Joncar donde quedamos el 25 de febrero. El camino se ve muy claramente hasta que entra en unos campos. Allí se vuelve más perdedor. Al salir de los campos, se vuelve a ver bien y llegamos al collado. La pendiente es muy pronunciada y cuando por fin llegamos, ya he tenido suficiente.

Las rocas de Claniars

Almorzamos y luego emprendemos el camino de vuelta al Santuario de Paller, siguiendo el mismo camino que hice con Josep Mª en febrero.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 10,7 km; 840 metros de desnivel acumulado.

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