Hoy, propongo volver a Maçaners.
Debajo de Cal Carota, había dejado hace bastantes años un camino en una pequeña
zona cultivada que prometía mucho. En aquella salida, había subido desde el río
Saldes solo con Carles, mientras Pep había subido por otro sitio. En el Mikado,
Pep accede pero primero quiere volver a Cal Griera y Hostalets. Según sus
documentos, había otro molino allí, además del Molino de Bosoms.
El agua baja brava por el Riu de
Vallcebre fruto del deshielo, pero que nadie se engañe, aquí aún no ha llegado
la primavera. No conseguimos localizar el molino aunque sí un posible
emplazamiento, inaccesible de momento por la crecida del río. Pero encontramos
una pequeña mina bajo Hostalets, con una barraca al lado.
Volvemos al coche y continuamos hasta
Maçaners, con una temperatura nada primaveral y un cielo cada vez más
amenazador. Bajando hacia Cal Carota, dejamos dos caminos que parecen tener
conexiones interesantes. Pasamos por la impresionante dehesa con sus robles monumentales
bajo Cal Carota, ahora acompañados por los dos perros de la casa, que no nos
dejarán hasta volver a Maçaners.
Llegamos al Torrent del Comasses,
normalmente un hilito de agua pero hoy un torrente potente que cubre todas las
piedras que normalmente se usan para cruzarlo. Me siento más torpe que nunca.
Pep y Carles consiguen cruzar por otro sitio y todavía estoy en la orilla, hecho
un mar de dudas. Pero decido que quedarme sería la opción del cobarde y bajo la
atenta mirada de Pep, también consigo cruzar.
Llegamos a la pequeña artiga (ver
Glosario) y ese camino tan prometedor desvanece a media subida; era la zanja
para canalizar el agua de desagüe. Llegamos al lomo de la cuesta; antiguos
campos pero nada de camino.
Vista de Pedraforca y Maçaners bajo un cielo cada vez más amenazador
Todo ha sido un error, pienso.
Teníamos que haber mirado esos dos caminos tan bonitos y tendría algo que
valiera la pena para poner en el mapa. Subimos hasta la cresta y comemos.
Recompensamos los perros por su compañía con trozos de bocadillo.
En el camino de vuelta bajo la nieve
Ponemos rumbo a Maçaners. Nos cae un
chubasco de nieve granulada. Lo único positivo, aparte de respirar aire limpio
y oxigenar los músculos: hacer un trozo nuevo de la Ruta de Picasso, que nos
lleva hasta la carretera antigua de Maçaners, donde nos despedimos de los
perros.
Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 7,8 km;
340 metros de desnivel acumulado
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