Pep ha vuelto a mirar el camino de la
Minuta. Parece que el camino indicado en el mapa subía por la ribera izquierda
del Clot de Costa Llitza.
Aparcamos en el mismo sitio, cerca de
la casa de Cap del Pla. Subimos por la pista antigua que bajamos la semana
pasada. Hasta aquí parece claro.
Restos de una barraca cerca de Cap del Pla
Cruzamos la pista de Fontanals y
continuamos por el barranco. El camino está muy marcado hasta llegar a una
especie de cisterna de hormigón donde hay una captación de agua. Aunque el
camino sigue hacia arriba, al poco rato se difumina. Además, estamos subiendo
el valle incorrecto, que nos desvía demasiado hacia el oeste.
Pasamos la cresta y entramos en el
valle siguiente hacia el este. Volvemos a encontrar un camino. Lo bajamos hasta
la cisterna y luego volvemos a subir por la ribera izquierda. Pero el camino no
tarda en difuminarse y se pierde. Cruzamos al otro lado donde encontramos el
camino, ahora convertido en su mayor parte en antigua pista. Volvemos a bajar
hasta tener la cisterna a la vista.
Damos la vuelta y subimos para arriba.
“Desde luego”, pienso, “si seguimos así, vamos a hacer el doble de desnivel”. Llegamos
a una curva de la pista de Fontanals pero unos pocos metros más arriba, marcha
otra pista paralela y más antigua en la misma dirección. Para romper la
monotonía y como no la tenemos en nuestros mapas, decidimos seguir esta pista.
Es bastante plana y ancha y da una oportunidad para conversar. Pep y Carles
hablan de castillos, feudos, alodios y donaciones a monasterios. Ya llevan
semanas así.
La antigua pista de Fontanals
Al llegar a Fontanals, damos la
vuelta. A llegar otra vez a la curva de la pista nueva, subimos por el fondo
del barranco (Clot de la Costa Llitza). La pendiente es muy fuerte y es
evidente que por aquí no hay camino. Pep pasa a la ribera derecha y sube la
cuesta, alejándose del barranco. No tarda en encontrar el camino pero esta vez,
no lo bajamos sino que guardamos ese descenso para la vuelta.
Seguimos subiendo hacia el Collet
Llobató por un camino de pendiente fuerte pero con más categoría que el camino
de cazadores de la semana pasada. Finalmente, salimos en el Coll Llobató en la
pista y frente al poste del GR4, donde encontramos el camino auténtico en la
bajada la semana pasada.
Bajamos la pista hasta la Costa Llitza
y buscamos un sitio al sol entre las rocas de la cresta para comer. Delante
nuestro, la niebla empieza a llenar el valle de Malanyeu abajo, anunciando la
llegada de un frente. Almorzamos tranquilamente, conversando de muchas cosas
ajenas a los Archivos. De repente, la niebla empieza a asomarse por el Roc de
la Clusa, que tenemos enfrente. Finalmente, la roca ya no la puede contener y,
como un tsunami a cámara lenta, baja hacia nosotros. Con el sol tapado, la
temperatura baja y es hora de ponernos en marcha.
La niebla invade el valle de Malanyeu
En la bajada, hacemos el camino
correcto de un tirón, acabando el descenso en una quinta parte del tiempo que
tardamos en subir.
Bajando el camino de la Minuta desde el Collet Llobató
Reflexionando en el coche, Pep
concluye que aunque hoy hemos hecho el camino marcado en La Minuta, es un
camino para hacer a pie. El camino auténtico, el que se puede hacer con
animales, es el que seguimos la semana pasada y que no está marcado en La
Minuta.
Con eso,
damos por concluida la salida de hoy. 6,3 km; 600 metros de desnivel acumulado.
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