Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



sábado, 29 de marzo de 2014

7/3/2014 – Caminos de Cal Castellot

Llego al Mikado y Pep está solo. Carles tiene un virus en la pancha, me dice, y no puede alejarse más de 3 metros del cuarto de baño. Así que dejamos a Carles purgando sus pecados y ponemos rumbo a Cal Griera, esta vez sí para liquidar mi colita (ver Glosario).

Aparcamos el coche en la pista de Hostalets y entramos en el camino, marcado como parte de la Ruta de Picasso. Sin embargo, el camino tiene un aire demasiado moderno, hecho por una máquina. Pep tiene referencias que el camino auténtico pasaba más abajo e iba directo a Hostalets. Baja unos metros y lo encuentra; entronca con el camino señalizado un poco más hacia Castellot. Lo seguimos hacia Hostalets; está muy tapado, incluso borrado en algunos puntos donde ha habido hundimientos de tierra pero conseguimos seguirlo hasta el empalme con el camí ral que seguimos el otro día (ver la salida del 14/2/2014) y cruzamos una vez más el pequeño puente de hormigón.

Mientras veníamos en el coche, le había hablado a Pep del camino de Fígols descrito por C.A. Torras, que pasaba por el Molí de Bosoms. El camino señalizado que sale de la pista de Hostalets para llegar al molino siempre me había parecido poco consistente y sospechábamos de la misma máquina que había “arreglado” otros tramos de esta larga ruta que va desde Guardiola hasta la Foradada.

Subimos la ribera izquierda del río de Vallcebre y al poco rato entramos en campos y, cruzándolos hacia el norte y a la altura del Molí de Bosoms en la otra orilla del río, vemos una doble hilera de piedras, signo inequívoco de un camino importante. Lo seguimos hasta el empalme con la Ruta de Picasso, cerca de Cal Coix.

El camino de Fígols

Ya van dos caminos aclarados, dice Pep, satisfecho. Volvemos por la misma pista de Hostalets hasta el mismo camino señalizado que empezamos esta mañana y esta vez lo seguimos hasta Castellot. Es un camino muy atractivo y, pasado el tramo abierto con máquina, su categoría es indudable.

Dejamos la casa de Castellot a la izquierda. Está habitada pero todavía conserva el aire de las casas de antes. Y detrás, una roca imponente donde, dice Pep, estaba el castillo. Otro camino pendiente es el camino que pasa por Castellot desde el Collet. En la salida del 14/2/2014, encontramos el arranque que queda cortado al poco rato por la carretera pero ahora queríamos intentar seguirlo desde Castellot.

La extraña roca detrás de Cal Castellot

Hay otro tema: Fernande Olivier, la amiga de Picasso que le acompañó en aquel viaje, hace una descripción muy gráfica en sus memorias: “Para llegar había que viajar durante varias horas encima de una mula, por caminos rodeados, por un lado, por una pared vertical de roca que dejaba hechas trizas manos y rodillas, mientras al otro lado, un gran precipicio nos obligaba a cerrar los ojos para no caer víctimas del vértigo”.

El camí ral desde el Collet tiene algunos puntos un poco aéreos, o al menos eso es lo que pensaba C.A. Torras, pero no llega a los extremos que describe Fernande. “Y si, en vez de venir por el camí ral, ella venía por el camino más abajo, de Castellot”, musitamos. Sería más rápido y evitaría la subida inicial pero también debía ser más estrecho y más colgado sobre el precipicio.

Bajamos hacia el noreste por la pista señalizada pero, tras unos 200 metros, Pep ve un camino muy tenue que marcha de llano. Lo seguimos. Es el camino del Collet, sin ninguna duda, pero horriblemente tapado. Y encajaría mejor con la descripción de Fernande. Lo seguimos durante medio kilómetro, hasta que las rocas tiradas al hacer la carretera encima nos impiden continuar.

Damos la vuelta. “Ya van tres”, dice Pep. Volvemos a la pista señalizada, anotando la bocamina tapiada de la Mina de Castellot.

Hay otro tema: Puesto que Pep no tenía a nadie más con quien hablar en el trayecto en coche, también le había contado que el mapa del Alpina marcaba un edificio llamado El Molinot debajo de Castellot. Resulta que Pep tiene referencias del molino de Mas de Pei y probablemente, serían dos nombres para la misma cosa. Además, en una salida anterior, él había visto unos agujeros cuadrados excavados en la roca para hacer la presa. Bajamos hasta el río Saldes, con aguas cristalinas. Resulta que donde está marcado el Molinot en el mapa en realidad corresponde a los agujeros. El molino tiene que estar aguas abajo. Encontramos la posible balsa pero del edificio, ni rastro. “¿Se lo llevó la riada de 1982?”, especulamos.

El último tramo del río de Vallcebre, ante de entrar en el río de Saldes

Vamos liquidando misterios históricos a un ritmo vertiginoso pero aún no habíamos acabado. Carles había pasado a Pep un mapa de la época carlista que había encontrado en Internet. Allí se ve un camino que bordea la ribera derecha del río de Saldes, sube por el flanco norte de la Roca de Griera y luego continúa por la misma ribera, pero a más altura.

Bajamos al río de Vallcebre y lo cruzamos. Aquí hay un camino ya conocido que va al Camp del Cep en Gisclareny. Y una cresta estrecha que sube hasta la pista que se abrió con dinamita desde Hostalets. Sospechamos que antes, la gente de Hostalets y alrededor tenían que bajar hasta aquí si querían dar la vuelta de la Roca de Griera. Pero en la cresta no encontramos el camino. Yo ya estoy cansado y vuelvo al río de Vallcebre a descansar y comer. Al cabo de un rato, Pep viene. Encontró un camino muy tapado que subía en diagonal y finalmente empalmaba con la pista pero ya en la cara norte. En salidas anteriores, habíamos encontrado restos de camino que había dejado esa larga pista.

Aquí la cresta de la Roca de Griera. El camino del mapa carlista sube detrás de la cresta. A la izquierda, se ve la pista de Hostalets, y al fondo, el Cadí

Después de comer y disfrutar un rato del sol y del sonido del agua, volvemos a subir y ponemos rumbo al coche.


Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 8,3 km; 275 metros de desnivel acumulado.

No hay comentarios: