Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



miércoles, 14 de agosto de 2013

4/8/2013 – Ensija

La semana pasada, mientras caminábamos bajo la cara sur de Ensija, reflexioné en voz alta que todavía no había ninguna entrada en el blog para Ensija. El problema es que recorrimos la sierra en todos los sentidos hace unos 4 años y todavía no habíamos encontrado motivos para volver. Pero el Señor obra por caminos misteriosos (nunca mejor dicho) y al cabo de unos días recibo un mail de Josep María preguntándome si quiero ir a Ensija.

“Vale”, le digo, “pero subiremos por el Barranc de les Llobateres”. La subida clásica es desde la Font Freda pero es una subida pedregosa, empinada, incluso aburrida, y expuesta al sol en todo el trayecto. La única ventaja que tiene es que es una línea casi recta hasta el refugio.

El Barranc de les Llobateres es una ruta señalizada que arranca desde la carretera, unos 700 metros más hacia Vallcebre. Es un barranco que llega hasta arriba; pasas la mayor parte en la sombra, resguardado del sol, y al tener cierta sinuosidad, es más ameno. Por lo tanto, es de lejos la mejor opción en verano. Y mucho menos concurrida.

Ganando altura en el Barranc de les Llobateres

Empieza como una pista. A medida que el valle se estrecha, se convierte en un camino amplio. Luego se aparta momentáneamente del fondo del valle y, cuando vuelve a entrar, ya es un sendero estrecho que sube por una especie de desfiladero.


El valle se estrecha

Tras recorrer 1,5 kilómetros y unos 350 metros de desnivel, el valle se ensancha brevemente, formando un pequeño prado con su ‘pleta’ y luego se divide. La ruta señalada hacia la derecha sube el Barranc d’Ensija, desembocando a unos 300 metros del refugio. La otra ruta continúa recto y sale bajo el Serrat Voltor, con el Serrat dels Bous, a cuyo pie está la Font dels Coms, a la vista. Es el extremo oriental de Ensija.

Mirando hacia el Cap del Llitzet

Tenemos unas vistas inmensas, con el valle de Peguera (el pueblo está escondido detrás del Roc de Peguera) y los Rasos de Peguera al sur y Pedraforca y el Cadí, el Moixeró y, detrás, el Pirineo al norte. En la subida, sólo vimos un corredor y un grupo familiar que venía bajando. Pero una vez arriba vemos varios grupos de personas que van deambulando por los prados.

Una parte del panorama desde la Creu de Ferro, mirando hacia Vall d'Ora

Empezamos a caminar hacia el oeste, subiendo a la Creu de Ferro, bordeando el Pla de les Tores, y llegando finalmente a la planicie central en cuyo extremo se encuentra el refugio. Vemos un grupo de parapentistas intentando ganar altura para pasar por encima de la sierra. Yo ya había tenido suficiente pero Josep Maria quería subir a la Gallina Pelada o Cap del Llitzet. La vez anterior que había subido, toda la sierra estaba envuelta en nubes y no pudo ver nada. Así que me sacrifico y hago otros 150 metros de desnivel bajo un sol de justicia.

 Un grupo de cabras, y detrás el Cadí

El refugio, con Pedraforca y el Cadí a la derecha

Tras las fotos de rigor, bajamos al refugio y comemos en la sombra creada por el propio edificio. Como sabrán mis lectores asiduos, Josep Mª es insensible al frío (pero hipersensible al calor) pero yo sí que empiezo a notarlo y entramos en el refugio para tomar un café. Los guardas son una pareja joven. Hay una familia joven que ha decidido almorzar allí.

Ensija siempre ha tenido que hacer una competencia desigual con su vecino de enfrente, Pedraforca, y está claro que el refugio de Ensija no tiene la afluencia del refugio Lluis Estasen. Pero animaría a los que suben a Ensija a por lo menos tomar un café o un refresco en el refugio.

Aquí desemboca la subida por el Barranc de les Llobateres y el Barranc d'Ensija

Bajamos por la ruta clásica de Font Freda. Durante la primera parte tenemos delante el valle de Saldes y Pedraforca, con el Cadí detrás pero el camino deja los prados y entra en el Torrente de la Font d’Ensija. A partir de aquí, está fuertemente erosionado, con mucha piedra suelta y los patinazos están al orden del día. Prestando mucha atención, llegamos abajo sin percances.

Bajando por Les Planelles, con Pedraforca delante y el pueblo de Saldes abajo

Al llegar con el coche al cruce de la carretera de Saldes con la carretera de Guardiola, vemos a un hombre con una mochila enorme haciendo autostop. Paro el coche y lo subimos. Resulta que es uno de los que vimos haciendo parapente. Él aterrizó en Gósol, otro aterrizó en Bagà y aún queda un par que están volando.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 11 km; 740 metros de desnivel acumulado.

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