Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



martes, 3 de enero de 2012

23/12/2011 – Corrubí

Una vez más, después de las reticencias iniciales a mi propuesta, Pep ahora profesa entusiasmo por la zona de Tubau y quiere volver. Hablando por teléfono, me explica que los mapas antiguos muestran un camino hacia el norte desde el Coll de Sant Jaume que pasa por Cal Ribollet y la casa de Tubau. Le informo que de ese camino ya hicimos al menos una parte en la salida del 31/12/2010, descrita en este blog, y le propongo ir hacia el este por el Rec de Tubau hasta los dos molinos y luego mirar unas colitas (ver Glosario) que van hacia Corrubí.


Aparcamos el coche en el Coll de Sant Jaume y bajamos por el mismo camino hasta Cal Ribollet. El propietario de la Casa del Prat, que ahora se ofrece para el turismo rural, parece haber pintado un par de rutas para la gente que alquila su casa. Giramos hacia el este, siguiendo unas pintadas azules, por una pista que luego se convierte en camino para luego empalmar con la pista nuevamente, en el valle del Rec de Tubau debajo del Prat.

Continuamos hasta ver un camino que nos llevaría al primer molino, con el nombre sorprendente de Molí de Baix. La casa está elevada, donde está el sol, el obrador abajo en la riera, con la rueda de base todavía clavada en el suelo.

Obrador del Molí de Baix con la rueda en el suelo

Un creciente malestar en el estómago me hace pensar que estoy incubando un virus. Comprensiblemente preocupado por esta invasión de mi cuerpo, ya no tengo ganas de influir en las decisiones de Pep respecto a la ruta: izquierda, derecha, arriba o abajo, tanto me da. Pep expresa su satisfacción por mi espíritu colaborativo pero le advierto que se trata de una docilidad pasajera.

Cruzamos el Rec de Corrubí y subimos hacia Caselles por el camino, con mucha interferencia por pistas. Nos desviamos para bajar nuevamente al segundo molino, con el nombre igualmente sorprendente del Molí de Dalt o de Tubau. Anotamos la casa y la balsa y el canal que llevaba el agua desde la salida del Molí de Dalt directamente a la balsa del Molí de Baix 500 metros más abajo.

Detalle curioso del Molí de Dalt, con dos piedras de rueda viejas utilizadas para hacer la puerta

Buscamos el camino de la cresta, que nos lleva al Cortal de Tubau y luego seguimos una colita que acaba empalmando con el camino principal de Corrubí a Tubau. Subimos a Corrubí, visitamos la iglesia – básicamente del siglo XVIII con algunos arcos posiblemente medievales en su anterior y unos perfiles de algo muy antiguo detrás, posiblemente los cimientos de un poblado.

La iglesia de Sant Llorenç de Corrubí

Mientras repongo energías al sol cerca de la iglesia, mirando hacia la Riera del Merlès y Montseny, Pep y Carles visitan la casa de Corrubí.

Casa de Corrubí

Antiguos campos de Corrubí, ahora ocupados por avellanos

El sol empieza a bajar y, mirando alguna colita más, nos dirigimos hacia la casa de Tubau. Pasamos por la iglesia románica de Sant Esteve de Tubau y luego buscamos la forma de llegar al Rec de Tubau, bajando por los campos de Tubau. Una vez en la riera, deshacemos el camino de esta mañana para llegar al coche.

La gran casa de Tubau desde la iglesia románica de Sant Esteve

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 13,9 km; 505 metros de desnivel acumulado.

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