Bajamos un camino para cruzar el torrente. Yo no había contado con el deshielo y el torrente bajaba caudaloso. Pep cruza pero las piedras son resbaladizas y mis sensores detectan peligro de un buen remojón. Voy un poco más arriba donde puedo pasar con algún apuro.
Subimos un camino que por fin pudimos enlazar con otros más arriba que iban del Coll del Vent al Pla de l’Arca. Suenan truenos, hay unas nubes muy feas encima nuestro y tememos lo peor pero caen cuatro gotas y vuelve a salir el sol. Volvemos a bajar y entramos en zonas de ‘artigas’ (ver Glosario) siguiendo caminos que no habíamos sabido ver hace unos años (¡lo que hace la experiencia!). Salimos en la cresta del Coll del Vent unos 150 metros encima del torrente. Aquí hay mil caminos hechos por los ciervos y entre ellos y la erosión, es imposible distinguir el bueno. Vamos bajando hasta ver un camino claro que nos lleva nuevamente al punto donde cruzamos el torrente. Lo seguimos al revés y desembocamos en unos campos con una casa de que no tenemos constancia. Imposible saber su antigüedad.
Bajamos un camino que nos lleva al molino. Tenía una balsa grande, aún bien conservada, y los restos del molino están detrás. El sol sobre la vegetación fresca de primavera da un aire muy apacible pero mis pensamientos quedan truncados por la orden de reanudar la marcha. Tenemos que buscar el camino de la casa del Coll de Vent al molino. Lo empezamos a seguir pero lo perdemos y no lo volvemos a encontrar hasta casi llegar a un collado con prados. De allí sale otro camino que nos lleva muy rápido a la cresta del Coll del Vent, a poca distancia de los campos de la casa. Encontrar la casa nos costó tres salidas; seguimos caminos por encima y por debajo y no fue hasta la tercera que seguimos el correcto. Pero esto es otra tetera de peces como decimos en mi país.
En los prados comemos. Como sólo somos dos, he traído “Poacher’s Choice” (o La Elección del Cazador Furtivo), príncipe de cervezas, elixir de los dioses. Tras años de estudio, hemos constatado que una botella de medio litro de cerveza inglesa cunde mucho mejor entre dos que entre tres (con cuatro sería imposible) y sobre todo una cerveza tan buena como ésta.
El torrente
El camino cruza el torrente poco antes de llegar a Cal Maçaners y luego se divide; un ramal va a la casa y otro se junta con el camino principal que baja de Gavarrós hacia el Estret. En la casa, nos volvemos a encontrar. Caminamos hasta la pista, que bajamos hasta llegar al coche.
Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 7,7 km; 500 metros de desnivel acumulado.
1 comentario:
Tot i que malauradament no he pogut tastar la Poacher's choice, certifico davant de qui calgui que les cervesses que acostuma a portar el benvolgut blogger són una petita "delicatessen" :-)
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