Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



lunes, 12 de abril de 2010

9/4/2010 – El Valle de la Portella - 5ª parte - Corrúbies

Ya es la quinta vez que volvemos a este valle. En esto Pep tiene mucho que ver. Yo suelo elegir la zona pero es Pep que decide continuar. Sin embargo, es cierto que antes saltábamos más. Pero esto empezó a cambiar el verano pasado cuando fuimos a la Cerdanya para hacer la cara norte del Moixeró y de la Moixa. Allí, la estructura de valles perpendiculares que bajan desde una larga sierra transversal condiciona la estructura de caminos y propicia un enfoque sistemático, pasando de un valle al siguiente. Además, desde hace algún tiempo, Pep está inmerso en otro proyecto: recrear digitalmente la red de caminos de comunicación antes de que la fragmentaran las carreteras y pistas modernas. Y no quiere dejar una zona antes de tener la red completa.

Y los demás, como siempre, al servicio de la ciencia. Aparcamos en el Monasterio y, primero de todo, liquidamos algunos cabos sueltos. Un horno de tejas al lado del monasterio: localizado. Dos hornos de cal hacia Cal Periques: no localizados pero luego descubrimos que la fuente de información se equivocó en las señas. El camino del Monasterio a Cal Periques: localizado a medias porque había un caos de ramas (están cortando). Volvemos a la balsa del otro día. Pep la descarta como tal y se inclina por un mas medieval y también confirma que lo que pone en el Alpina como la casa de l’Artigassa es un afloramiento de roca.



Puente del camino del Monasterio de la Portella a Vilada pasando por el Coll de Tei


Seguimos por la pista que bordea la riera de la Portella. Vemos los restos del molino de Corrúbies. Sólo queda la balsa; el obrador se lo llevó por delante la pista. Más abajo, el Alpina marca el Molino dels Porxos pero allí no vemos nada.

Dejamos la pista para seguir una colita que nos llevaría a la casa de Les Bagues. El camino ha sido limpiado recientemente con ocasión de la caminada popular de Olván. Es muy agradable seguirlo. Al cabo de unos cientos de metros, entra en una pista vieja que se está convirtiéndose nuevamente en un camino por falta de uso. Al final, los campos y la casa de Les Bagues. Carlos se tiene que marchar, ahora que estamos en el punto más alejado de los coches. Desde la casa, vemos un camino que sube pero al poco rato, las zarzas lo hacen infranqueable. Damos la vuelta. El mismo camino continúa en el otro sentido, manteniendo la altura, como si quisiera dar la vuelta de la sierra, pero lo tenemos que dejar para otro día.

Bajamos a la riera y comemos. Los lectores asiduos ya sabréis que a Josep María le gusta el frío y no le gustan las zarzas. Ahora os voy a contar otro secreto: no le gustan las frutas y verduras y apenas las prueba. Evidentemente, esto es motivo de seria preocupación para nosotros y, mientras saboreamos cerveza inglesa, le conminamos a variar su dieta para evitar males mayores en el futuro.

Tomamos un camino de cresta que nos lleva a Corrúbies. Corrúbies era una de las grandes casas de la zona; un auténtico palacete de montaña del siglo XVI. Ahora está en ruinas y es una pena pero aún queda suficiente para que Pep, rebosando entusiasmo y exhibiendo todos sus dotes para la interpretación de casas, nos explique sus detalles. Fue un auténtico placer escucharle.


Inscripción en una de las ventanas de Corrúbies: El año 1551 Viladomar de G, con el escudo


Vista hacia el sur del valle de la Portella con Corrúbies en el primer plano


Subimos para arriba ya que el Alpina marca una casa llamada La Plana entre Corrúbies y Sant Miquel. De nuevo, nada. Volvemos a bajar y tomamos el camino de Corrúbies al Monasterio pasando por la casa medieval de Camp Teiós (aún se ven los restos). El camino tiene una gran antigüedad, está bien conservado y se caracteriza por una sinuosidad muy atractiva. Le deseo larga vida.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 15,7 km; 525 metros de desnivel acumulado.

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