Pep no tira la toalla de encontrar el
castillo y ahora quiere recorrer la Serra de Seró y mirar ese monte con la
bandera catalana que vimos la semana pasada.
Aparcamos en la Collada de les Rovires,
pasada la casa, y tomamos el mismo camí ral de la Xarxa Lenta que va a
Castellar de N’Hug.
Así empieza el camino desde la Collada de les Rovires
Es un día perfecto. Brota vida por
todas partes. Tenemos vistas largas hacia el sur, con el valle de Arieja y
detrás, las paredes verticales de Tubau. Si quisiéramos, podríamos dedicar
bastantes semanas a explorar esta zona, ya que nuestros mapas están llenos de
agujeros.
Otro tramo con muro de apoyo
Llegamos a la lengua de pequeños picos
que es la Serra de Seró. Los subimos y bajamos sin camino, peleando con el boj.
Nada; ninguno tiene la extensión suficiente para albergar cualquier tipo de
estructura. Al final, me exaspero: “Con solo mirar el mapa, ya te podría haber
dicho que aquí no habría nada, sin necesidad de cubrirme los brazos de
rascadas. Está demasiado lejos de Meranges; aquí no se vigila nada”.
Vista de las montañas de Meians, con la Serra de Seró en el primer plano
“Hay que seguir el método científico.
Todo se tiene que mirar, por muy improbable que sea, y siguiendo un orden”,
replica Pep, con cierta pedantería. “Además, nadie te obliga a venir”, añade.
Me viene a la mente un sinfín de descubrimientos e inventos que han cambiado el
curso de la humanidad y que precisamente no son producto del método científico
de Pep pero es cierto, aquí todos somos voluntarios y me callo.
Volvemos al camí ral y subimos la
cresta hacia el Pla de Puiners. Llegamos al collado, lo cruzamos y subimos al
mirador. Es una pequeña plataforma con una escalera de madera pero ningún
castillo … si apenas mide 20 metros cuadrados. Eso sí, tiene vistas de todo el
municipio de Castellar de n’Hug, desde Rus hacia el oeste hasta el Coll de la
Crueta hacia el norte y l’Espluga hacia el este.
Castellar de n'Hug desde el Mirador de Puiners
Y mirando hacia el Oeste
Aquí comemos a la sombra, mirando el
voleteo de las mariposas y después deshacemos el camino hasta el coche.
Esta machaon (swallowtail en inglés) se dejó fotografiar. Quizás el mejor momento del día para mí
En el camino de vuelta, cerca de Puiners
La semana que viene, Pep quiere seguir
la estrecha cresta del Serrat de Meranges pero por suerte me lo perderé. Estaré
en Inglaterra.
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