Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



domingo, 9 de enero de 2011

31/12/2010 – Tubau

Como las golondrinas, Pep ha ido al sur para pasar el año nuevo y me ha dejado solo con Carles y Josep Mª. Decido variar de zona y vamos a Sant Jaume de Frontanyà a buscar el camino antiguo a Ripoll que pasaba por el espectacular Pas de les Baumes.

Hasta el Coll de Sant Jaume, el camino estaba claro, así que dejamos el coche en ese punto y buscamos una colita que había visto hace algunos años que sería la continuación. Desde el punto de vista caminístico, es un terreno difícil; tierra blanda, yerbada, muy erosionada y surcada por muchos torrentes y con un atractivo paisajístico escaso. Pero tenía reservadas para mis jóvenes alumnos unas vistas espectaculares en el Pas de les Baumes.
El camino se ve bastante claro y nos lleva a las ruinas de Cal Ribollet. Desde Cal Ribollet el camino es más perdedor pero lo acabamos encontrando bordeando los campos hasta la pista que va a la casa de Tubau. Desde la pista, llegamos a Cal Roma, perdiendo y encontrando caminos, y de allí a las casas de El Soler y el Cap del Camp, las dos últimas en ruinas.



Las ruinas de Can Ribollet

La casa de Tubau, todavía habitada. Se ve el campanario de la iglesia románica detrás


Desde el Cap del Camp, quería encontrar el camino que subía al Coll de la Creu de Soler. No acabamos de encontrar su trazado y salimos a la pista del Pedró de Tubau mucho antes del Coll de la Creu de Soler. Volveremos a intentarlo en la bajada.
Desde este collado, bajaba el camino al Pas de les Baumes, único paso por los Cingles (o Riscos) de Tubau. Hace unos cuantos años, Pep y yo habíamos dilucidado parte del trazado de este camino. En realidad, hay muchos caminos, probablemente fruto de una intensa explotación forestal en el pasado. El terreno tiene forma de embudo y todos los caminos acaban en un torrente que cruza el embudo hasta lanzarse por el abismo. Actualmente, el Pas de las Baumes forma parte de la nueva ruta del Ermitaño. Seguimos las marcas rojas que toman un camino marcado que baja en diagonal hacia la derecha y que ya conocía. Cruza el torrente y se dirige hacia el precipicio. Pero el camino se acaba y las marcas bajan como pueden la pequeña cuesta hasta llegar al torrente. Evidentemente, no han marcado el camino correcto. De cuando vine con Pep, recuerdo que el camino antiguo cruzaba el torrente mucho más cerca del precipicio y al cabo de un rato, vemos una zona amplia y entramos en el camino antiguo.


El Cingle del Roquerol

Salimos del bosque y la vista se abre. Vemos las paredes infranqueables del Cingle del Roquerol a la izquierda y los Cingles de Tubau a la derecha. Delante, el pequeño poblado de Aranyonet y detrás, las montañas que conforman la última línea antes del Pirineo Axial, detrás de Castellar de n’Hug y Montgrony. Llevo a Carles y Josep Mª hasta las Baumes, que son pequeños huecos cortados al pie de la roca, al lado de los cuales pasa el camino. Cuando el camino empieza a descender, damos la vuelta y buscamos el trazado correcto del camino antiguo hasta el Coll de la Creu de Soler. Tras unas dudas en el último tramo, lo resolvemos todo. Una vez que lo has hecho, es obvio y uno se pregunta porqué los que hicieron la ruta del Ermitaño no se esforzaron un poco más en buscar el trazado correcto en vez de seguir el camino más visible y al final tener que hacer una chapuza.


Les Baumes

Carles y Josep Mª contemplan la vista. Detrás, el Cingle del Roquerol y delante, el abismo


En el Collado de la Creu de Soler, almorzamos. Josep Mª ha traído café que me devuelve fuerzas para buscar el camino de bajada. Vamos siguiendo un camino muy erosionado que al final desemboca en campos en un cruce de caminos entre El Soler y Cap del Camp.

Cerca del Cap del Camp, el mapa del Alpina marca dos casas más, Cal Trempat y Cal l’Eugasser. Desde el Cap del Camp, seguimos un camino muy marcado pero nos deja demasiado alto y tenemos que bajar. Encontramos la primera casa pero me equivoco en la lectura del mapa y vemos la segunda casa desde el lado equivocado de un barranco que ahora es demasiado tarde para cruzar. Continuamos por este terreno tan difícil, a veces con camino y a veces sin, hasta llegar a la carretera y de allí al coche. Aún quedan cosas por aclarar aquí.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 11,3 km; 540 metros de desnivel acumulado.

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