Nos levantamos con una niebla espesa y
mientras esperamos que se disipe, vamos haciendo tiempo en el Mikado. Resulta
que durante la semana Pep y Carles han estado hablando y han llegado a la
conclusión de que el castillo de Merolla no existe. O por lo menos, no existe
en el Ripollès sino en el Berguedà y los historiadores lo han confundido con un
castillo que hubo en el Col de Merola, cerca del camí ral de Berga a Bagà.
Pero aún había el tema de las dos
iglesias, Sant Serni y Sant Miquel. Pep especula que podrían estar en el mismo
sitio pero construidas en distintas épocas. Y para encontrar al menos la
segunda, habría que buscar cerca de las ruinas de Can Miquel, que antes
curiosamente se llamaba Sant Miquel.
Se despeja la niebla y nos ponemos en
marcha. Aparcamos en el Coll de Merolla. Nos dirigimos hacia la antigua casa de
Can Miquel, muy cerca de la carretera de Gombrèn. Encontramos las ruinas y
buscamos por los pequeños cerros alrededor, pero no hay rastro.
Los restos de la casa de Sant Miquel
Tenía desde hacía años dos principios
de sendero desde el camí ramader que nunca habíamos mirado. El primero muere
muy rápido; es de animales. El segundo, cerca del Coll de l’Arç, sube hasta una
zona de cultivo en el bosque.
Comemos en el Coll de l’Arç y volvemos
por la pista para poder conversar tranquilamente.
Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 7,6 km;
270 metros de desnivel acumulado.
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