Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



miércoles, 19 de octubre de 2011

7/10/2011 – Regreso a Ca l’Estevenó

Pep todavía tiene cosas por mirar en la zona del río de Saldes y no queda más remedio que volver una vez más. Aparcamos el coche en la pista de Hostalet, un poco más cerca de la Roca de Griera, y caminamos hacia el ramal de pista que baja al río. Bajando por aquella pista, anotamos restos de camino que sería la continuación del camino que seguimos desde Sant Julià de Freixens el 9 de septiembre.

Llegamos al río, que hay que vadear. Suerte de la sequía, porque el agua baja muy escasa, dejando muchas piedras para pisar. Aún así, Pep no se fía. “Cógele los mapas”, dice a Carles. “No vayan a caer al agua con él”. Asumo mi fama de torpe y entrego los mapas pero logro cruzar sin incidentes destacables.

¿Quién dijo que iba a caer al agua? Vadeo el río con paso seguro y firme

Subimos la cresta al otro lado, primero sin camino y luego recuperando el camino antiguo que hemos ido viendo en la bajada. Entroncamos con el camino principal que cruza el río debajo de la casa de Castellot y giramos a la izquierda.

El camino de Camp de Cep a la derecha con el río abajo, a la izquierda

Yo conocía ese camino porque me lo había explicado Pep muchas veces pero era la primera vez que lo hacía físicamente. Está claro que es un camino importante que va subiendo por encima del río hasta entrar en los campos de Camp del Cep.

Vista hacia el Llobregat con Sobrepuny al fondo de todo

Nos desviamos por un camino forestal a la derecha que finalmente se muere en un collado debajo del camino de flanqueo de recuerdo infame que hicimos la semana pasada. Para ir hacia el oeste, lo más rápido es volver a buscar ese camino. No aburriré al lector describiendo nuevamente las tribulaciones sufridas en el recorrido de ese camino. Sí que diré que lo aprovechamos para hacer un pequeño examen a Carles, colocándole a la cabeza para ver si ha aprendido algo en esos 5 años. Hay que decir que lo hizo bastante bien, exceptuando un pequeño error en una pedrera de piedras sueltas (‘tartera’ en catalán). Llegamos a donde dimos la vuelta la semana pasada y continuamos por un camino claro hasta llegar a Cal Noguera. Pasamos por Ca l’Estevenó y, en los campos antes de llegar a la Portelleta, buscamos infructuosamente una casa llamada Cal Albert, que sale en los mapas antiguos.

 Pep y Carles hablan de estrategia

El camino hacia Vilella, encima de Ca l'Estevenó

Volvemos a Ca l’Estevenó y bajamos por el camino marcado como sendero local (el itinerario R de esta primavera). Todavía está pavimentado y está flanqueado por ambos lados por altos muros para proteger lo que seguramente eran huertos. Ahora se ve todo muy abandonado pero cuando todo esto estaba habitado y los campos estaban cuidados, sin duda era un camino que impresionaba.

Cal Noguera

El camino no nos lleva a Cal Noguera sino al collado debajo de la casa para luego bajar a Camp del Cep. Esos muros tan altos y el hecho de que no pase por Cal Noguera me hacen pensar que son segmentos de un gran camino que bajaría desde Gisclareny a Vilella, luego a la Portalleta, Cal l’Estevenó, Camp del Cep, El Castellot, uniéndose con el camí ral del Collet a Saldes, desde donde podría empalmar en el Llobregat con el camí ral de Berga a Bagà.

Pedraforca se asoma detrás de una cresta en Camp del Cep

Evitando los campos, el camino baja por una cresta de encinas, hasta situarse en la fuente de la casa de Camp del Cep. Bordeamos la casa y deshacemos el camino hecho esta mañana.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 11,8 km; 660 metros de desnivel acumulado.

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