Al final opto por el GR de La Pobla de Lillet a Falgars y para volver, pasar por la Cova de la Troballa (una cueva donde supuestamente se encontró la virgen que ahora está en el santuario). Había ido a la Cova hace muchos años y sabía que existía un camino desde allí a La Pobla pero nunca lo había hecho.
En La Pobla es la Festa del Bolet (Fiesta de la Seta) pero este otoño no hay setas: hace mucho calor y no llueve, y el público de momento anda más bien escaso. Pasamos puestos de artesanía, mieles y otros productos del campo y también alguno con las escasas setas que se han encontrado. Cruzamos el río y seguimos las marcas rojas y blancas hacia Falgars. Iniciamos la subida por caminos y pistas, cruzando la zona cultivada. Encima de la casa de El Tinar, ya veo el camino de vuelta desde la Cova, ahora convertido en flamante PR. Bueno, un problema menos.
Entramos en la cresta que nos llevará a Falgars por el Primer Grau y se inicia una subida agradable, a veces por bosque, a veces despejada, a veces mirando al sur, a veces mirando al norte, con bastantes tramos con el empedrado todavía conservado.
El primer grau
Llegamos al santuario, ahora convertido en un hostal rural con bastante gracia y simpatía. Se ve gente en los alrededores y, desde que estuve aquí la última vez, se ha adecentado bastante el entorno, que antes siempre tenía un aire algo dejado.
Vista hacia el oeste desde el mirador al lado del santuario: Pedraforca, el Cadí, el valle del Bastareny y el valle del Llobregat desde Guardiola
La hospedería de Falgars
En el bar del santuario, tomamos un café, lo que lleva a la tertulia obligada. En el mostrador, ofrecen una cidra de Normandía hecha con manzanas ecológicas por el módico precio de 7,50 euros la botella. Para mi mujer, la palabra “ecológica” es como un imán y la tiene que comprar. Por el mismo precio, tienes un buen Enate, pienso, así que tendrá que saber a gloria.
Con la cidra ecológica en la mochila, iniciamos el descenso. El camino zigzaguea hacia abajo con fuerte pendiente por el bosque de hayas hasta salir a la cueva, una estructura curiosa, muy fresca en verano pero gélida en invierno, ya que está en la cara norte.
La Cova de Falgars
De ahí, seguimos las marcas amarillas y blancas hacia el este, por pistas y caminos, algunos bastante atractivos, primero por el bosque y luego saliendo a los campos de Vilardell y El Tinar. Nadie diría que estamos a finales de septiembre.
El camino cerca de El Tinar, con una estructura típica que aprovecha un espacio entre un campo arriba y otro abajo
Cuando llegamos a La Pobla, ya están cerrando los puestos del mercadillo.
Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 9,2 km; 430 metros de desnivel acumulado.
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