Emprendemos el camino hacia el este, hoy marcado como parte de la ruta de Cavalls del Vent. En el centro del prado, la fuente y los restos demolidos de lo que fue el primer refugio del Prat d’Aguiló, utilizado como base para hacer el primer estudio serio de la flora del Cadí en 1949. Pasamos una cresta y se nos presenta un espectáculo de grandiosidad. Parece mentira que lo tenemos tan cerca de casa.
Continuamos el flanqueo hasta llegar a un prado grande llamado Pla de les Creus. Aquí baja la continuación del ‘camí dels collets’ a Quardarenes, donde nos quedamos la última vez. Nosotros seguimos el camino de Cavalls del Vent, ahora con un trazado más o menos artificial, buscando el camino hacia el Pas del Bou y la cresta. La unión se produce unos 120 metros debajo de la cresta. Hay quien dice que éste era el camino tradicional desde Gósol y Gisclareny a Bellver pero tras un desprendimiento de tierras en el siglo XIX en el que murieron unos militares que hacían el trayecto a caballo, se abrió a barrenadas el camino que se conoce actualmente como el Pas dels Gosolans. Lo cierto es que es una ruta mucho más directa.
Nos encaminamos hacia el oeste y el Coll de Tancalaporta, pasando a la vertiente berguedana. Una banda de niebla se apelotona contra la cara sur de la cresta reduciendo la visibilidad a pocos metros. “Tiene que haber unas vistas espectaculares”, observo, pero nuestro universo actual ha quedado reducido a unos 100 metros cuadrados. En efecto, estamos recorriendo el borde superior de una enorme olla que es el valle de la Muga, rodeado de peñascos y cerrado en su vértice por el Pas de Tancalaporta, pero todo esto lo tenemos que recrear con la imaginación.
Mirando hacia el Pas del Bou desde el Coll de Puig Terrer. Foto tomada en 2005.
Llegamos al Coll de Tancalaporta y salimos momentáneamente de la niebla, que aparece cortada como por una navaja. Continuamos por el lado sur de Comabona, otra vez en la niebla pero al llegar a la Font Tordera, el cielo vuelve a estar despejado. Comemos en compañía de un chico simpático que trabaja en el refugio del Cortal de l’Ingla. Delante, las cimas del Cadí.
Vista desde el Pas dels Gosolans
Bajamos el camino del Pas dels Gosolans con las paredes infranqueables del Cadí a la izquierda, la plana de Cerdanya abajo y al fondo toda la línea de los Pirineos, desde Aiguestortes hasta el Carlit. Llego muy cansado al coche, creo que cogí una insolación en la Font Tordera, y mientras Pep y Carles exploran algunos corrales cercanos, les espero en el coche.
Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 12 km; 625 metros de desnivel acumulado.
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