La fuente de Prat Agre
Subimos una antigua pista forestal que sigue el curso del torrente hasta empalmar con el camino de la Roca Foradada. La pista debía seguir el trazado de antiguos caminos de carboneros; vemos carboneras y caminos transversales que no seguimos: deberes para Carles.
Otra vista de la Roca Foradada
La pista es empinada pero tiene la ventaja de hacernos subir 300 metros de golpe. Una vez en el camino de la Roca Foradada, vamos hasta su arranque bajo el Pradell, luego subimos como podemos un valle cada vez más empinado hasta llegar al Camino dels Collets cerca del Prat Sobirà. Enlazamos con el Prat y luego damos la vuelta hacia el oeste. Pasamos un collado y se nos abre delante todo el Serrat de la Muga, con el Pas del Bou detrás. Es impresionante, enorme.
Seguimos caminando hacia los prados. En el Prat Redó, hay vacas y caballos pero cada especie se ignora mutuamente, formando su propia ‘colla’ o grupo. Continuamos caminando. Debajo vemos la fuente de Prat Redó y un camino muy marcado. ¿Será un tramo del camino de Pi al Pas del Bou? Lo dejamos para después de comer y continuamos hasta unos prados llamados Querdarenes. Delante, Puig Terrers, Comabona, Prat d’Aguiló y el Cadí. Es inmenso y lo tenemos todo para nosotros.
Comemos. Una vez reposados, volvemos al Prat Redó, bajamos a la fuente y continuamos por un camino muy marcado que pasa por debajo del Prat Sist y sale en la cresta encima del Prat dels Gònecs, bien encarado para el camino que hicimos la semana pasada desde Cortariu.
Bajando el camino desde la Font del Prat Redó
Desde la misma cresta vemos un camino que sube hace el Coll de l’Orri. Desde el Prat Redó habíamos visto unas paredes cerca de ese collado pero lo que encontramos superó nuestras expectativas. Bajando hacia el oeste desde el Coll, los restos de dos barracas, una pleta y una fuente. En el collado, unas estacas con hilo marcan un cambio de propiedad y, un poco elevados hacia el noreste, en la otra propiedad, dos barracas y una doble hilera de piedras que crean un cercado. Pep está pletórico pero aún queda más. A media bajada hacia el Refugi de Gònec, los restos de una barraca y una pleta.
Desde el Refugio, seguimos la pista hacia abajo. Ahora podemos relajarnos y hablamos de las cosas que importan de verdad en la vida, como la final del Mundial.
Pasamos por el Corral de la Por. Aún se ve la barraca del pastor, adosada a una pared de una peña. Seguimos bajando por la pista. Yo ya estoy muy cansado para hablar y sólo quiero llegar al coche.
Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 16,3 km; 885 metros de desnivel acumulado.
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