Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



sábado, 14 de agosto de 2010

6/8/2010 – Caminos de Montellà a Prat d’Aguilò

Hoy será un día largo; lo sé porque yo propuse la ruta. Sin embargo, un café hecho con esmero por Carles en su excelente establecimiento me da los miligramos de cafeína necesarios para afrontar con optimismo el reto.
El libro de César August Torras sobre la Cerdanya publicado póstumamente en 1924 habla de una serie de rutas de Montellà a Prat d’Aguilò; también habla de un camino desde Bastanist a Prat d’Aguilò que pasaba por Les Valls, Escàs, Roques Llongues y la Balma de l’Espluga. Por su parte, el Alpina viejo muestra un camino que baja directamente desde el Coll de l’Home Mort a la casa de Bescaran y Bastanist. Nos proponíamos investigar todo esto.



El pueblo de Montellà y detrás, el Pirineo

Aparcamos el coche en la carretera de Montellà y tomamos la ruta señalizada a Prat d’Aguilò. Primero es pista, subiendo por los campos, luego entra en el bosque. En cierto punto, vemos restos del antiguo camino al lado de la pista. La pista vuelve a entrar en zona de cultivo y marcha un camino de llano. Errores de toponimia del mapa del ICC nos despistan y yo me quedo a situarnos en el mapa con el GPS mientras Pep y Carles suben a buscar la casa de La Cabana.
Reemprendemos la ruta. El camino entra en el bosque y tras una corta subida, sale a la pista que viene del Coll de Guilera. Al final de la pista, baja un camino a la derecha a Escàs, que dejamos, y sube otro a la izquierda, que tomamos. Se alternan tramos llanos con otros de subida fuerte, siempre en un bosque más bien joven. En una cresta, marcha otro camino a la derecha a la casa de Escàs, que se ve abajo – debe ser el camino de que habla Torras.

Serrat de Vurtuló delante del Cadí

Entrando en la zona de la Espluga

Seguimos subiendo y finalmente el paisaje se despeja. Estamos flanqueando la parte alta del valle de Bescaran: a la izquierda, los ariscos de l’Espluga, delante los peñascos del Serrat de Vurtuló y detrás el Cadí y abajo, el valle de Bastanist y detrás, el pueblo de Estana. Llegamos a la Espluga, una serie de huecos en la pared rocosa, con signos evidentes de haber sido utilizada para guardar animales. Torras dice que se guardaban allí hasta 200 ovejas.

Carles estorba la vista del Cadí cerca de La Portella

Continuamos subiendo y pasamos un ‘grau’ llamado La Portella. El camino deja de subir, ya era hora. Llegamos a un corral y oímos voces. Es padre e hijo que están localizando sus yeguas. El encuentro es providencial porque nos ponen nombres a todos esos corrales anónimos que hemos ido encontrando. Nos desaconsejan el camino directo a Bastanist desde el Coll de l’Home Mort por perdido. Les acompaña un perro peludo de montaña que debía estar pasando un calor terrible. De tanto jadear, parece que tenemos una locomotora detrás y en las pausas, busca un sitio de sombra para descansar. La conversación es muy amena y nos separamos en el Coll de l’Home Mort. Buscamos algún corral más por las inmediaciones y luego comemos en la fuente debajo del collado.

Corral del Racó cerca del Coll de l'Home Mort

La subida ha abierto el apetito y comemos todo lo que llevamos encima. Decidimos hacer caso de nuestros informadores y emprendemos la vuelta por la Espluga. Es curioso lo rápido que se va cuando el camino es de bajada. Tomamos el camino a Escàs en la cresta, que baja con fuerte pendiente.

La casa de Escàs

Volvemos a estar escasos de agua pero vemos una fuente hecha de troncos ahuecados cerca de la casa, rodeada de caballos y vacas. Pep se acerca y de repente se oyen palabras impropias de un hombre de ciencia. Resulta que los animales han hecho sus necesidades encima de la fuente y no se aconseja beber esa agua si no quieres pasar la noche en el WC. Sin comida y casi sin agua – la situación empieza a tomar un giro dramático.

La fuente de la decepción

Tomamos un camino que cruza los campos y luego empalma con el GR que sube desde Bastanist. Entra en un bosque amable con musgo al lado del camino, que va bajando en suave pendiente. “Esos son los caminos que te gustan a ti, ¿verdad?”, me dice Pep, socarrón. Pues sí.

Los caminos que me gustan

Salimos frente a la casa de Sant Bartomeu. Mientras Pep y Carles inspeccionan la casa, veo un hilo de agua que sale de un tubo y lleno la botella. Continuamos la bajada, ya por campos, hasta llegar al coche.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 19,4 km; 1.060 metros de desnivel acumulado.

No hay comentarios: