Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



lunes, 6 de octubre de 2014

19/9/2014 – El Valle de l’Albiol

Llegamos al Mikado con el “No” de Escocia. Era un poco de esperar y supongo que los indecisos optaron por confiar en las promesas de mayor autonomía ofrecidas por los políticos de Londres. Aquí en Cataluña tenemos una amplia experiencia en promesas incumplidas. Ya se verá.

A lo nuestro … Íbamos a volver a Gòsol a buscar barracas encima de Torrentsenta pero Carles no puede venir y él es quien tiene grabados los tracks de los mapas antiguos.

Mirando los mapas hace unos días, me había dado cuenta que había un hueco bastante extenso en blanco en la zona de la Baga del Collet, un valle que va hacia el SE desde los pisos del Collet. Tendría que haber al menos los caminos de los carboneros, pensaba. Hace bastantes años, había subido un camino desde la Font de la Baga hasta una artiga (ver Glosario) llamada El Replà. En aquel tiempo, me parecía un camino importante y quería ver si todavía era así.

 Una perspectiva llamativa de Pedraforca desde la Creu del Terme

Y el Forcat, con Penyes Altes detrás

Dejamos el coche en el pueblo de Sant Julià de Cerdanyola y subimos hasta el Cap del Rec, donde llegué con Josep Mª en nuestra salida del 7/10/2012. Constato que la nueva pista para llegar a los bancos no ha perdido nada de su encanto. Bajamos el camino hacia el fondo del Valle de l’Albiol. Es un camino de mucha categoría, empedrado en algunos tramos, cuya finalidad parece ser la de acceder a los campos en la cuesta y en el fondo. Ahora tiene las marcas amarillas y blancas del PR que hace el perímetro del municipio.

El camino de bajada al Torrent de l'Albiol

Llegamos a la Font de la Baga e iniciamos la subida hacia el Replà. Con la experiencia adquirida en estos años, ahora se ve claramente que es un camino de arrastre de troncos. Es demasiado recto, demasiado empinado, y le falta categoría. Vemos una densa población de ‘camagrocs’ (o trompetas amarillas en castellano) que reservamos para la bajada. Llegamos a un collado bajo el Replà, convertido en parada por los cazadores. En toda la subida, sólo hemos visto un camino que marchaba de llano hacia la derecha. A partir del collado, el camino pierde toda su categoría y parece cada vez más un camino de animales aprovechado por los cazadores.

Una bañera de jabalís en el Replà

Salimos en la artiga del Replà, una zona antigua de cultivo, bien orientada pero lejos del pueblo. Echamos en falta una barraca pero no conseguimos encontrarla. Pasamos a la umbría, caminando hacia el camino que cruza el Mal Pas (ver salida del 6/12/2013). Entramos en el hayedo. En alguna ocasión he hablado del ambiente especial que se puede respirar en estos bosques. Basta con serenar la mente y desplegar las antenas.

Después de saborear la atmósfera durante unos minutos, nos volvemos a poner en marcha y es en ese momento que se rompe la esterilidad en el tema de los caminos. En las cuestas, descubrimos una red de antiguas carboneras, conectada con el camino del Mal Pas. A diferencia de la red de la semana anterior, que subía los barrancos, los caminos son horizontales, recorriendo la cuesta a una altura más o menos fija, con carboneras cada cierta distancia. Cada nivel se conecta mediante un camino de enlace diagonal. Pero entre estos caminos, destaca uno que empieza a bajar con unas curvas muy marcadas.

Aquí el lector me permitirá un inciso. El camino ‘oficial’ del Mal Pas que sube esta umbría tiene un problema. El tramo bajo el Roc Blanc nunca nos ha convencido: mucha pendiente, poca definición y entra en una pista moderna (la que viene del pueblo para ir a la Collada de les Bassotes) que en el punto de enlace, no tiene pinta de haberse hecho sobre un camino antiguo. ¿Podría ser este el camino auténtico?

Decidimos seguirlo. Tiene muy buena pinta. Su trazado se pierde por un hundimiento de tierras cerca de una curva de la pista de la Collada de Bassotes pero lo recuperamos un poco más abajo. Baja con una pendiente suave al Torrent de l’Albiol, lo cruza y vuelve a entrar en la pista al otro lado. Aquí habría un enlace fácil con un camino que baja directamente al pueblo por la cara norte del Puig.

Camagrocs en su punto

Bajando por este camino bajo la pista, topamos con auténticas alfombras de ‘camagrocs’. Sería un crimen dejar pasar esta oportunidad y pasamos media hora recogiendo setas, pero probablemente podríamos haber continuado durante un par de horas más. Definitivamente, este año es el de los ‘camagrocs’. Bajamos la pista al lado del torrente, pasando por antiguos campos aterrazados con imponentes paredes cubiertas de musgo. Es un lugar muy atractivo en verano pero una nevera en invierno. Llegamos otra vez a la Font de la Baga. Ahora, sólo toca deshacer el camino de llegada hasta el coche.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 6,7 km; 475 metros de desnivel acumulado.

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