Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



martes, 7 de mayo de 2013

20/4/2013 – Regreso a las Minas del Catllaràs


Había quedado hoy con Josep Mª para utilizarlo como conejillo de Indias en la ruta de las minas del Catllaràs. Al ser una de las entradas más visitadas del blog, tenía la idea de proponerla como posible ruta guiada y quería ver sus reacciones. Pero después de las lluvias de ayer, la temperatura ha bajado sensiblemente y se nota un aire frío con viento del norte. Además, empiezo a tener síntomas de una especie de anginas y mucho me temo que pagaré muy cara esta salida.

Camino de la Mina del Moreno, todavía con aires de invierno

Pero ahora no hay vuelta atrás. Dejo aparcado el coche en el arranque del camino a la Mina del Moreno. Para más detalles, remito al lector a la descripción de la salida del 25/7/2011 ya que la ruta es esencialmente la misma. Pasamos por la Mina del Moreno, subimos a la Pleta de les Vaques, visitamos la chimenea y el pozo de ventilación de la Mina del Moreno y la barraca de los mineros (por cierto, alguien se ha llevado la pala). Al llegar a la fuente en la pista del Prat Gespador, vemos a grupos de personas que vienen recorriendo la pista en uno y otro sentido, uno guiado y otros autoguiados. Debo suponer que están promocionando esta “Ruta del Catllaràs” en la Pobla de Lillet o desde alguna web turística, enlazando trozos de GR y PR. 

Pleta de les Vaques

Hablando con esta gente, es inevitable darse cuenta del abismo entre conocer y no conocer una zona y lo mucho que se pierde siguiendo rutas señalizadas. Pero hay que ser humilde porque a mí me pasa lo mismo cuando voy a una zona desconocida para mí.

Antes de ir a la Roca de la Lluna, quería mostrar a Josep Mª el Joc de la Pilota, como buen lugar para llevar a su hijo. Se trata de un prado. Su atractivo reside en el hecho de que está oculto detrás de unas rocas, con una entrada estrecha desde el sur y otra desde el norte, dando la impresión de entrar en una especie de Shangri-La. Su nombre original es Prat de les Dameses y los caminos de entrada y salida forman parte de un PR. Cuando funcionaban las minas, los ingenieros ingleses que vivían en el Xalet del Catllaràs buscaban un lugar plano para jugar a fútbol. Éste fue el único lugar cercano que encontraron y se cambió el nombre para reflejar su nuevo uso.

Detrás de estas rocas se esconde el Prat de les Dameses

Aunque ahora empieza a invadirlo el bosque, es un lugar solitario que invita a quedarse un rato. Pero nosotros no podemos y, al salir, nos golpea el gélido viento del norte. Pero lo que para mí augura una pulmonía segura, para Josep Mª es una agradable brisa que refresca sin agobiar y le libera de esa sensación de asfixia que le produce este tiempo de abril, que seguramente pasará a la historia como uno de los más fríos.

Un gélido Puigmal

Llegamos al mirador de la Roca de la Lluna donde almuerzo apoyado en una roca, cerca del pequeño merendero y bien resguardado del viento, mirando el ir y venir de grupos de excursionistas. Desde allí, bajamos al Xalet del Catllaràs y luego a la Mina del Cable. Tengo la sensación de que alguna cosa más ha caído al suelo desde la última vez que estuvimos aquí la primavera pasada. 

Arranque del teleférico en la Mina del Cable

Continuamos hasta la Mina del Teixó y ya cansado, me irrito ante esta subida en línea recta por una fea pista de desembosque. Desde la bocamina, marcha un camino hacia arriba, que seguimos y parece ir hacia la Mina del Cable. Aunque ahora tenue, sin duda era el camino que conectaba las dos minas. Volvemos a la Mina del Teixó y, para acabar, subimos sin camino la fuerte pendiente hasta la Mina del Moreno, y de allí al coche.

Desde el interior de la Mina del Teixó

Pregunto a Josep Mª qué le ha parecido. Coincide conmigo en que la subida a la Mina del Teixó es el punto más débil pero en su día fue la mina más importante y sus restos siguen siendo los más espectaculares. Las ruinas dan un sentido de historia y del paso del tiempo y de ruinas tenemos muchos en el Berguedà, gracias a Dios, pero a mi modo de ver, faltan ruinas “arregladas” y sobran ruinas “destartaladas”.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 11,25 km; 550 metros de desnivel acumulado.

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