Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



domingo, 3 de abril de 2011

25/3/2011 – El Triángulo de Rebost

Hablando con Pep un par de días antes, me propone unir el triangulo de Millarès, Paller de Dalt y Rebost. Me parece bien porque será una oportunidad para visitar nuevamente unos caminos que hace mucho tiempo no recorremos.


Campos de Millarès con la casa a medio término y el pequeño pueblo de Greixer al fondo

Dejamos el coche en la entrada de una pista en la carretera de Coll de Pal, pasada la casa de l’Hospitalet. Esta pista acaba entrando en los campos encima de la casa de Millarès. Carles y Pep, en voz baja para que no me entere demasiado, hablan de una iglesia de Millarès, mencionada en documentos medievales. Al acercarnos a la casa, Pep se desvía y camina con paso firme y decidido a un pequeño llano cubierto de boj y encinas. Al llegar, se ven unas piedras delatadoras y, al entrar en el boj, unos muros bajos que dibujan formas circulares y rectangulares y que demuestran sin lugar a dudas la presencia de un asentamiento medieval. Carles y yo quedamos maravillados y entonamos cantos a la gloria de Pep el Descubridor. Él, modesto, dice que se ha limitado a aplicar el principio de Sherlock Holmes. En otras salidas, había mirado en todos los demás sitios y simplemente era el último que le quedaba.

Piedras que hablan. Parte del asentamiento medieval cerca de Millarès

Tras la inspección de rigor, emprendemos el camino al Paller de Dalt. Pasamos por una pequeña zona de pastura llamada la Pleta Vella, flanqueamos la cuesta y tras pasar una cresta, entramos en una ‘artiga’ (ver Glosario). Es muy curioso ver estos campos en medio de la montaña, lejos de todo. Buscamos el borde de los campos y encontramos nuevamente el camino, que nos lleva a la cara norte del Bac de Diví. El camino tiene toda la pinta de que no ha pasado nadie desde la última vez que lo hicimos, hace unos cinco años. El camino busca un paso por la cuesta escarpada y rocosa hacia la Collada Xica.

 Bac de Diví

Rastro del pájaro carpintero en la Collada Xica

En la Collada Xica, descansamos y Pep propone que nos separemos. Un grupo subirá el Llener Mal y el Pas de la Devesa y otro la Canal Mala y nos encontraremos en el Refugio de Rebost. Como se puede imaginar por los topónimos, los dos tienen sus inconvenientes pero yo elijo subir el Llener Mal. Es más recto y llegaremos antes pero es muy empinado. Carles y yo emprendemos la subida, con frecuentes paradas para “disfrutar de las vistas”.

Otra vista del Valle del Llobregat, subiendo el Llaner Mal

Pedraforca, con las nubes rozando las cimas. En primer plano, la Collada Xica

Tanto una ruta como la otra son rutas pintadas y se ve que el guarda de Rebost ha repasado la pintura amarilla en el Llener Mal para atraer a visitantes. Es una subida realmente árida: un trozo de hierba con tarteras o pedregales a cada lado. Cruzamos la carretera y pasamos el Pas de la Devesa a la umbría …
donde está todo nevado. Hay un palmo de nieve compacta. El camino se ve como un pasillo blanco entre los árboles y, recordando a Alicia en el País de las Maravillas, el rastro de una liebre nos guía certeramente por todo el largo flanqueo. Por fin, la nieve se acaba y llegamos al Refugio. No hay guarda pero hay mesas y bancos fuera. Descansamos y, al cabo de un cuarto de hora, llega Pep.

El descanso de los guerreros en Rebost

Almorzamos. Después, nos encaminamos hacia el Coll de la Gavarra. Vemos el camino antiguo debajo de la pista. Hace unos años, yo había hecho unas prospecciones por aquí solo y había intuido que debía bajar un camino cerca de la cresta hacia Greixer y Bagà. Partiendo de la pista en el Coll de la Gavarra, había intentado buscar el camino pero, debido a una antigua pero intensa explotación forestal, siempre había perdido el camino hasta casi llegar a la carretera abajo, cuando lo había visto en una zona de roca.
Veremos si se nota la experiencia adquirida desde entonces. Además, tenemos una arma secreta. Carles ha grabado el trazado del camino antiguo de un mapa de 1951 en su GPS, lo que nos ha dado unas pistas importantes. Primero, en vez de buscar desde el collado, seguimos el camino antiguo desde el Rebost y vemos que no sube al collado sino que sigue la curva de nivel unos 10 metros por debajo. A partir de allí inicia una bajada por el lado izquierdo de la cresta. No creo que nadie haya seguido este camino en décadas ya que fue suplantado por la pista forestal en los años 40. La huella es clara hasta que topamos con una multitud de caminos para bajar troncos, surcos cortados que bajan en línea recta. Allí perdemos el rastro hasta volver a encontrarlo 50 metros de desnivel más abajo. En cierto punto debe cruzar la cresta y bajar por el lado derecho. Lo acabaremos de dilucidar otro día ya que se ve mejor de subida.

Bajando desde el Coll de la Gavarra

Llegamos a la carretera frente al coche pero Pep quiere ver la continuación del camino hacia el río de Hospitalet, ya que sería el camino a Bagà. Bajamos la amplia cresta yerbada y, en un pequeño llano, vemos el camino que marcha hacia abajo a la derecha. Pep vuelve a buscar el coche y Carles y yo seguimos bajando. A pesar de las interferencias por caminos de bajar troncos, se ve bien. Llega al río y lo sigue corriente abajo por la ribera izquierda. Oímos los gritos de Pep y finalmente encontramos un lugar para cruzar.

Nos vamos a casa con la tranquila satisfacción de haber hecho historia.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 11,6 km; 590 metros de desnivel acumulado.

No hay comentarios: