Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



domingo, 12 de noviembre de 2023

27/10/2023 – Las minas de Font Freda y la Sala de Máquinas

Han pasado tres semanas – un congreso arqueológico y una noche lluviosa han obligado a aplazar las salidas. Pero aquí estamos otra vez en el Mikado. Pep quiere volver a Font Freda. A mano izquierda de la pequeña riera subiendo hacia la Sala de Máquinas, encontramos hace unos cuantos años una serie de excavaciones y pequeñas escombreras que ahora Pep quiere cartografiar con precisión.

El día empieza frío, 5ºC, y de hecho no quitaré la chaqueta en todo el día. Aparcamos otra vez en La Canalassa y volvemos a subir el camino de la Mina del Moreno. En el primer collado, bajamos por el camino que Pep renunció a subir el 15 de septiembre. Parece que en algunos puntos se ha ensanchado pero a pica y pala, no con una máquina. Con los colores de otoño, tiene mucho encanto.

En la pista debajo de la mina de Teixó

En la pista del Xalet subimos hacia la zona de Teixó y luego cogemos otro camino que nos lleva a un laberinto que conectaba las minas de Teixó, el Cable y Font Freda y que exploré en parte con Josep Mª Companyó. En una intersección, hacemos un giro de 180º y salimos a la mina de Font Freda. Desde aquí, subimos la cuesta que lleva a la Sala de Máquinas. Cuando primero bajamos esta cuesta, Pep había situado las pequeñas excavaciones como intentos en el siglo XIX. Ahora vemos que siguen una línea recta hasta la Sala de Máquinas y ahora Pep las hace contemporáneas con la Mina de Font Freda, siguiendo la veta para encontrar el mejor punto de entrada hasta llegar al punto definitivo abajo en la Font Freda. En total, contamos 9 excavaciones con sus escombreras, algunas con una disposición en abanico que entraban con diferentes ángulos.

Llegamos a la Sala de Máquinas donde se subía el carbón por un pozo desde la galería subterránea y se colocaba en vagonetas para bajarlo al teleférico al Empalme desde la Roca de la Lluna. Desde el emplazamiento de la primera torre debajo del mirador, miramos el mapa: falta una torre intermedia y allí abajo, hay un pequeño alto que podría ser un buen sitio.


La chimenea de la Sala de Máquinas

Y los soportes de la máquina

Bajamos por el camino al Xalet y nos desviamos por una pista de hace unos años que está empezando a naturalizarse. Al final de la pista, empieza un camino marcado. En el punto más cercano al pequeño cerro, Pep y Carles bajan a investigar pero no hay nada. Sigue un debate sobre si debemos mirar el camino o no. “A nuestra edad, ya no se pueden dejar caminos sin mirar”, digo y se decide seguirlo. Tras unos 100 m, el camino se pierde en la cuesta debajo de la Roca de la Lluna. “Piensa que debajo de los riscos, siempre habrá un camino de animales. Aquí aprovechan la pista, luego hacen su propio camino por la zona de paso obligado y luego se dispersan”, dice Pep. No es la primera vez que caigo en el engaño, pero parecen tan auténticos …

Bajamos a la siguiente pista transversal y, encima de la pista, Carles encuentra la torre que nos falta. Bajamos por una zona con unas carboneras inmensas, que en la era pre-blog protagonizaron una foto antigua que una joven investigadora de la Universidad Autónoma de Barcelona estaba intentando situar. En la pista del Xalet, buscamos un sitio para comer mientras Domenec se marcha. Finalmente vamos al Coll de Paternoster, sentado en la pendiente mirando hacia el sur. Al principio, es muy acogedor pero se levanta un viento frío del noreste que nos obliga a marcharnos antes de llegar a los cafés.


La pista del Xalet del Catllaràs con los colores de otoño 

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 9 km; 440 metros de desnivel acumulado.

 

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