Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



viernes, 15 de octubre de 2010

8/10/2010 – Bastanist (1)

Hoy Pep no puede venir y me toca una vez más hacer de monitor para Carles y Josep María. Pep me dio instrucciones para buscar el camino de Bastanist al Coll de l’Estenedor e inspeccionar las bordas entre Estana y Bastanist.

Dejamos el coche en el aparcamiento del santuario y ponemos rumbo al sur. El hombre del tiempo nos prometía cielo tapado como preludio a una gran borrasca que se abatiría sobre Cataluña durante los próximos días. Pero aquí hace sol y una temperatura muy agradable. Seguimos un camino que luego se junta con una pista naturalizada que entra en el valle del Riu de Bastanist. En una bifurcación, giramos a la derecha y empezamos a subir, desembocando finalmente en una zona extensa de antiguos campos dispuestos en distintos llanos, ahora conquistados totalmente por el bosque. ¿Es el Pla de la Vedella? Ninguno de los mapas que tenemos se ponen de acuerdo sobre dónde colocar los topónimos. Desde esta ‘artiga’ (ver Glosario), no hay ningún camino claro que continúa subiendo pero se puede ascender sin problemas por la cresta hasta salir en la pista del Coll de l’Estenedor donde estuvimos hace dos semanas.
Vamos bajando por la pista hacia Estana. Cuando entramos en la zona de cultivo, el paisaje se vuelve muy plácido, casi inglés.


Bajando por la pista

Anotamos Can Guerra, luego las ruinas de una barraca cuyo nombre desconocemos. Allí comemos con la Borda del Poncí a la vista al otro lado del pequeño valle. Dejamos arriba a la izquierda las dos Bordas del Baster y entroncamos con el tramo del GR que va de Estana a Bastanist. Carles había grabado en su GPS el trazado del camino antiguo de Estana a Bastanist para ver si seguía el GR o si se desviaba en algún momento del camino marcado.
Llegamos a una curva de la pista a la Borda del Poncí pero la ruta marcada en el GPS de Carles parece continuar recto. Veo un camino muy marcado que baja al torrente pero luego se difumina en los prados. Al final, vemos un camino que va de llano al otro lado del torrente y a Carles le parece que puede ser el camino que tiene en su GPS. Lo seguimos.

Nuestros lectores pueden tener la impresión que somos expertos infalibles en todo lo relacionado con los caminos y este blog, con cierta dosis de ironía inglesa, puede haber alentado esta impresión. Para que vean que no es así, sigue el relato de una equivocación.
Nuestro camino va siguiendo la cuesta encima del Torrent de les Bordes, a veces se ve bien y otras veces está prácticamente perdido por la erosión. Al cabo de poco rato, vemos Bastanist detrás de un lomo al otro lado del torrente pero está claro que nuestro camino no va hacía allí y al final, se pierde del todo. “El track me marca un descenso”, dice Carles. Me asomo por la cuesta, que baja en picado por el bosque. Muy abajo, se oye el rumor del agua. “Pues no sé cómo”, pienso. Mi intuición me dice de volver atrás pero nos retrasaríamos por lo perdido del camino y viendo un punto con menos pendiente, decido probar la bajada. No tarda en volverse más empinada y hacemos un descenso incómodo, lento y nada recomendable. Creo que mi intuición fue la mejor consejera.
Pero al final llegamos abajo y, por suerte, al otro lado veo un camino muy marcado, probablemente hecho por las vacas que bajan para beber, que nos sube al viejo camino donde vemos nuevamente las marcas del GR. A partir de allí, la cosa vuelve a ser divertida. Pasamos por la borda de Cal Baster y de allí a Bastanist. El guarda del santuario ha abierto la puerta de la iglesia; entro para presentar mis respetos a la Virgen.

Interior del santuario de Bastanist

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 13,4 km; 660 metros de desnivel acumulado.

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