Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



domingo, 18 de julio de 2010

16/7/2010 – Valle de Pi (2)

Hoy sólo somos Pep y yo. Carles hace tiempo que no viene con nosotros. Se le ha complicado el trabajo y tiene menos tiempo libre. Hoy, Pep quería acabar la parte alta del Valle de Pi. Dejamos el coche en el área recreativa de Prat Agre, un pequeño prado con mesas, fuente y dos cabañas, una vieja y otra moderna.



La fuente de Prat Agre

Subimos una antigua pista forestal que sigue el curso del torrente hasta empalmar con el camino de la Roca Foradada. La pista debía seguir el trazado de antiguos caminos de carboneros; vemos carboneras y caminos transversales que no seguimos: deberes para Carles.


Otra vista de la Roca Foradada

La pista es empinada pero tiene la ventaja de hacernos subir 300 metros de golpe. Una vez en el camino de la Roca Foradada, vamos hasta su arranque bajo el Pradell, luego subimos como podemos un valle cada vez más empinado hasta llegar al Camino dels Collets cerca del Prat Sobirà. Enlazamos con el Prat y luego damos la vuelta hacia el oeste. Pasamos un collado y se nos abre delante todo el Serrat de la Muga, con el Pas del Bou detrás. Es impresionante, enorme.

Pep queda mudo ante la majestuosidad de la Naturaleza

Seguimos caminando hacia los prados. En el Prat Redó, hay vacas y caballos pero cada especie se ignora mutuamente, formando su propia ‘colla’ o grupo. Continuamos caminando. Debajo vemos la fuente de Prat Redó y un camino muy marcado. ¿Será un tramo del camino de Pi al Pas del Bou? Lo dejamos para después de comer y continuamos hasta unos prados llamados Querdarenes. Delante, Puig Terrers, Comabona, Prat d’Aguiló y el Cadí. Es inmenso y lo tenemos todo para nosotros.


Una pareja de rebecos nos controlan

Comemos. Una vez reposados, volvemos al Prat Redó, bajamos a la fuente y continuamos por un camino muy marcado que pasa por debajo del Prat Sist y sale en la cresta encima del Prat dels Gònecs, bien encarado para el camino que hicimos la semana pasada desde Cortariu.


Bajando el camino desde la Font del Prat Redó

Desde la misma cresta vemos un camino que sube hace el Coll de l’Orri. Desde el Prat Redó habíamos visto unas paredes cerca de ese collado pero lo que encontramos superó nuestras expectativas. Bajando hacia el oeste desde el Coll, los restos de dos barracas, una pleta y una fuente. En el collado, unas estacas con hilo marcan un cambio de propiedad y, un poco elevados hacia el noreste, en la otra propiedad, dos barracas y una doble hilera de piedras que crean un cercado. Pep está pletórico pero aún queda más. A media bajada hacia el Refugi de Gònec, los restos de una barraca y una pleta.
Desde el Refugio, seguimos la pista hacia abajo. Ahora podemos relajarnos y hablamos de las cosas que importan de verdad en la vida, como la final del Mundial.
Pasamos por el Corral de la Por. Aún se ve la barraca del pastor, adosada a una pared de una peña. Seguimos bajando por la pista. Yo ya estoy muy cansado para hablar y sólo quiero llegar al coche.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 16,3 km; 885 metros de desnivel acumulado.

9/7/2010 – Valle de Pi (1)

Hoy tenemos unos invitados especiales, mi hermana Caroline y su compañero Ian, y debemos lucirnos. Josep Maria está encantado, podrá practicar su inglés ya que yo no le hago mucho caso. Hemos elegido el camino de Pi al Prat dels Gònecs para subir y el camino de Nèfols para bajar. Así damos una vuelta completa del valle de Pi. Dejamos un coche en el pueblo de Pi y otro en la casa/albergue de Cortariu.


El camino de Prat dels Gònecs en una vista despejada

Desde Cortariu, el camino va subiendo suavemente, primero por bosque joven y luego por un bosque más maduro. Está muy bien conservado. El fondo del valle, lo tenemos unos 200 metros más abajo. Anotamos una pleta y una barraca en un promontorio y la curiosa gruta del Rebost, con signos evidentes de uso humano. Josep Maria no para de hablar en toda la subida; hoy es su día y no lo desaprovecha.

Subiendo por el bosque

Salimos al Prat dels Gònecs. Abajo el moderno refugio con mesas y fuente; un poco más arriba, una borda o cabaña en ruinas, y un poco más arriba, la antigua pleta y los restos de una barraca.


Ruinas de la borda del Prat dels Gònecs

Josep Maria sigue hablando. ¿De dónde saca tantas palabras? Subimos a la cresta porque Pep quiere ir más arriba, al Prat Sist. Encontramos un camino que nos lleva directamente allí y comemos.

En primer plano, el Prat d'Aguiló. Detrás, los contrafuertes del Cadí. Foto tomada desde el Prat de Sist


Emprendemos la bajada en línea recta al Pradell. Allí, una barraca en perfecto estado, una fuente y mesas. Mientras descansamos, suben unos 30 niños con sus monitores rumbo al Prat dels Gònecs.

La barraca de Pradell, en muy buen estado, que dio pie a la foto siguiente

Pep explica a Ian y Caroline cómo se construye una barraca de piedra seca. Detrás, Josep Maria pelea con su móvil


Bajamos por la pista, buscando el inicio del camino de Nèfol. El Alpina lo tiene mal puesto, lo que nos despista unos minutos pero nosotros lo encontramos todo y este camino no es ninguna excepción. Pasa al lado de la impresionante Roca Foradada, por encima de las rocas del estrecho del Corral de la Por. Vistas impresionantes.

La Roca Foradada

Salimos en la Creu del Barret, descansamos y luego continuamos al Coll de Jovell. Seguimos por la pista hasta encontrar la continuación del camino de Nèfol, que baja por el bosque en un surco profundo y sinuoso. Sólo paramos para recoger fresas silvestres y finalmente salimos a los campos de Nèfol. El camino antiguo continúa entre dos muros de piedra que lo separan de los campos, totalmente abandonado.
Pasamos al lado de las ruinas del antiguo pueblo de Nèfol y cuando empieza la carretera asfaltada, nos separamos. Pep y Josep Maria bajan al Torrente de Pi para subir a Cortariu por senderos recuperados y el grupo inglés baja por otro camino recuperado al pueblo de Pi.
En Pi, nos reunimos y tomamos una cerveza en Bellver. Mi hermana felicita a Josep Maria por su inglés. Josep Maria no cabe en sus zapatos de lo feliz que está; tiene la autoestima por las nubes. Ahora será intratable.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 17,5 km; 760 metros de desnivel acumulado.

lunes, 12 de julio de 2010

2/7/2010 – Prados bajo la Moixa

Hemos vuelto a la Cerdanya y aquí nos quedaremos probablemente todo el verano. El año pasado habíamos cubierto la cara norte del Moixeró desde Urús hasta el Val de l’Ingla. Hoy queríamos liquidar los prados superiores entre el Coll de Pendís y el Val de l’Ingla, algo que había quedado pendiente, antes de pasar al siguiente valle, que sería el Valle de Pi. Para los que quieren seguir nuestros pasos, el mapa Moixeró La Tossa de Alpina va bastante bien.
Dejamos el coche en el Coll de Pendís (sí, tenemos autorización para levantar las barreras). De momento, hace una temperatura agradable pero no nos hacemos ilusiones. Bajamos el torrente hasta el Prat de les Estelles. Ya en la bajada, Pep ve un grupo de moixernons (unas setas muy preciadas que crecen al final de la primavera y principios de verano) pero resiste la tentación de cogerlos enseguida sino que los deja para la vuelta. Las setas son otra de las grandes pasiones de Pep, junto con las rocas apiladas. Desde allí, cogemos la primera de nuestras colitas que cruza la cresta para llevarnos al siguiente prado, con una cabaña moderna y una fuente. Esto va a ser un patrón que se repite en todos los prados: cabaña o barraca, fuente y, en algunos, una pleta.

Bosques de pinos y abetos en los torrentes de la Mena

Pep ya saca la bolsa para recoger setas. Pasamos al siguiente collado y bajamos al Torrente de la Mena. Seguimos diversos caminos de carboneros que suben por los torrentes. Por el topónimo, pensábamos que había una mina aquí pero no vemos rastro. Liquidamos otra colita que se adentra en el valle bajo la Coma. El año pasado, sólo habíamos encontrado el camino cerca del final. Este año hacemos el camino desde el inicio y, al igual que el año pasado, muere a media cuesta. Toca subir sin camino una pendiente áspera llena de obstáculos. Al final llegamos al prado de la Coma, Josep Maria bien agobiado por el calor. Pleta, barracas y fuentes. El año pasado llegamos aquí en nuestra última salida a la Cerdanya, el 6 de noviembre.


Pleta de la Coma; foto tomada en noviembre del año pasado

Pep se refresca en la Font de la Coma; observad la bolsa de setas en el fondo

Las vacas ya han comido toda la hierba en los prados y se han marchado. Pero han dejado sus excrementos y moscas que me esperan ansiosas. Tengo una nube de moscas alrededor de la cabeza, aunque mi sombrero las mantiene a raya. Tomamos un camino marcado de flanqueo que nos lleva a la siguiente parada, Prat Sobirà.

Prat Sobirà mirando hacia el Pas del Bou; amenazaba tormenta

Mientras yo busco un lugar donde no llegan las moscas, Pep se lanza a la caza de setas, ya lleva dos bolsas. En el vecino Valle de Pi, suben castillos de nubes, amenaza tormenta. Mientras saboreo el café que ha traído Josep María, empiezan los truenos y es hora de marchar. Caen gotas y marchamos hacia el Coll de Pendis por el Camí dels Collets, un camino transversal con trazado incierto que mantienen las vacas y que enlaza fuentes y prados por los collados. Se extiende desde el Coll de Vimboca al lado del Coll de Pendis hasta el Prat de Cadí. Caen gotas y la nube de la tormenta nos sigue pero no acaba de atraparnos. Josep María está bien contento; la temperatura ha bajado unos cuantos grados y no le toca el sol.

Cruzando prados en el Camino dels Collets

Al final, la nube se diluye y en el último prado nos separamos. Pep baja a recoger las últimas setas y yo continuo con Josep Maria al Coll de Vimboca y Coll de Pendis. Pep llega con tres bolsas llenas; no me atrevo a decir su valor de mercado pero seguro que le pagarían una buena cena. Cobro mi comisión habitual y subimos al coche.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 13,25 km; 760 metros de desnivel acumulado.

jueves, 1 de julio de 2010

25/6/2010 – Pla de Tastarro

Por fin, parece que llega el verano, la estación preferida de Josep María (pero hoy no viene). Hoy será la última salida a Gavarrós y nuestro objetivo es localizar los caminos del Pla de Tastarro, el último trozo en blanco que nos queda aquí. Dejamos el coche aparcado en el Collet Roig de Prat Terrer. Lo primero es encontrar el tramo del camino de Gavarrós a Pardinella que habíamos perdido en el Camp del Vilar hace algunas salidas. Desde el Collet, sin campos que interfieren, es fácil y, una vez localizado, nos encaminamos hacia Gavarrós, pasando por la Creueta.
Como recordarán nuestros lectores, tenía unas colitas (ver Glosario) desde la Casa Freda que teníamos esperanzas de que nos llevaran al Pla de Tastarro. La primera había pasado demasiado alto y vimos el prado desde arriba (antes de que se pusiera a llover) pero aún quedaban unas colitas. Hoy las probamos pero ninguna nos sale bien. “¿Estaba prohibido a la gente de Gavarrós ir al Pla de Tastarro?” nos preguntamos, porque ya hemos agotado todas las opciones que nos quedaban. Nos paramos en una curva de la pista encima de Gavarrós mirando los campos que marchan hacia el este. Todos están cerrados por una línea de árboles en la cresta que marca el inicio del bosque – todos excepto uno que no tiene árboles. “¿Estamos pensando lo mismo?” pregunto. “Parece que sí”, contesta Pep.
Nos encaminamos hacia el campo en cuestión y vemos que en la cresta continúa hacia el este. Luego sale un caminito que entronca con otro más importante que sube ligeramente en diagonal. Deshacemos el camino para ver donde empieza y confirmamos que es imposible ver el arranque desde la pista si no se conoce. Volvemos a emprender la subida y finalmente salimos al Pla de Tastarro. Y para gran jubilo de Pep, hay una pleta que aprovecha un hueco en el terreno en el extremo sur del prado. Recorremos el perímetro del prado en busca de más caminos. Hay uno muy marcado que sube hacia el noreste y, con distintas bifurcaciones, nos permite enlazar con los prados superiores de la salida de la semana pasada. Ahora hemos identificado una pequeña red que conecta todos los prados en los distintos niveles.

El tan ansiado Pla de Tastarro. ¿No es una preciosidad?

Volvemos a bajar al Pla de Tastarro y seguimos dos caminos hacia Pardinella pero en ambos casos damos la vuelta tras ver su tendencia. Volvemos a la pleta para buscar el camino que baja a la Creueta. Desde la casa de La Creueta, vamos por camino conocido al Camp de la Terma, que cruzamos y continuamos hasta entrar en la pista de Pardinella (la misma donde tengo aparcado el coche). Desde allí seguimos un pequeño camino que nos lleva directamente a la casa de Prat Terrer. Delante nuestro se extiende otra zona que está en blanco en nuestros mapas. Pero tendrá que esperar; en la próxima salida, volvemos a la Cerdanya.



Detrás de la casa de Prat Terrer, una vista de la zona en blanco que nos aguarda. Las ruinas de la casa de Camp de Mill están abajo.

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 13,9 km; 700 metros de desnivel acumulado.