Aquí relato nuestras salidas por los caminos del Berguedà y comarcas vecinas. Como lo pasamos muy bien, queremos comunicar sobre todo buen humor y alegría pero también tiene un fondo muy serio: el camino como bien patrimonial, pieza esencial para entender la historia y digno de conservación. Es nuestra misión desde hace más de 15 años.



sábado, 30 de enero de 2016

18/12/2015 – El camino de Saldes a Gòsol y Cal Ninot

La semana pasada, bajando la carretera desde el Mirador de Gresolet, habíamos visto un camino marcado con los trazos amarillos de la Xarxa Lenta que marchaba hacia el Coll de Jou. Pep dijo que formaba parte del antiguo camino de Saldes a Gòsol. Se notaba que era un camino importante y además no lo teníamos en nuestros mapas.

Hoy, vuelve a hacer unas temperaturas inusualmente suaves por la época. Aparcamos en la carretera del Mirador, cerca de donde vimos ese camino. Primero marcamos en el GPS el tramo que baja hasta el pueblo. En algunos puntos, el camino marcado se desvía del camino auténtico para aprovechar pistas despejadas. Lo recorrimos todo, lo nuevo y lo viejo.

 Bajando a Saldes por el camino antiguo de Gòsol

Y volviendo hacia arriba

Volvemos al punto de partida e iniciamos la subida. Tras un corto tramo de camino, entra en una pista que forma parte de la antigua explotación a cielo abierto. Si hubiera más caminos, han quedado borrados. Llegamos a las ruinas de una casa. Sería Cal Ninot. Pep mira hacia Pedraforca.

Las ruinas de Cal Ninot

“En el libro de Jolís (un excursionista que escribió libros de itinerarios en los años 50 y 60), dice que hay un camino que subía por el Torrente de Cal Ninot”, y señala un valle amplio que sube al lado de la pared de roca que es la cara sur de Pedraforca, encima de las terrazas semi-desérticas de la explotación minera. Lo miro con un ojo crítico. “Desde aquí, no parece tan mal”, pienso.

El valle del Torrente de Cal Ninot. Su aparente asequibilidad resultó ser un engaño

Vamos subiendo las terrazas excavadas por la minería hasta plantarnos en la entrada del valle. Ahora, visto de más cerca, ya no es tan amable. Por el centro sube una ‘tartera’ empinada con un caos de bloques a cada lado. Vemos un camino claro con marcas pintadas de color rojo oscuro que busca un paso entre los bloques de piedra.

Entramos en el valle. “Esto es un camino de escaladores”, dice Pep. “Morirá delante de una pared”, y se desvía hacia la izquierda, siguiendo lo que él cree es el camino auténtico. Sigue una subida ardua por la ‘tartera’ en el lado izquierdo del valle, evidentemente sin camino. Al final, se rinde a la evidencia y busca la manera de volver al centro del valle. Yo sigo a Carles un rato más por el lado izquierdo antes de buscar también una manera de pasar al centro. Los huecos entre las rocas amenazan con romper mis tobillos en cada paso. Miro hacia arriba; de repente, los buitres circulando arriba parecen seguir nuestros movimientos con más interés.

Subiendo la 'tartera'

Por fin, en medio de una ‘tartera’ de piedra fina y resbaladiza, se ve un trazado zigzigueante con pequeños montículos de piedras o ‘fites’ en catalán y, de nuevo, la pintura roja. “¿Por qué nos hiciste dejar este camino?”, reprocho a Pep. “¿Esto lo llamas camino?”, me replica. “Esto no es nada”. “No subestimes el efecto psicológico que produce ver esas piedrecillas”, digo. “Tonterías”, refunfuña y señala una roca más arriba. “Por ahí pasa el camino que baja desde el Prat de Reu”.

Por fin, tras más de 300 metros de desnivel, otro camino hecho por los escaladores y pintado con marcas azules marcha hacia la izquierda y poco después, empalma con el camino de Prat de Reu, con las marcas de la Xarxa Lenta. Vuelvo a respirar, aliviado.

Por fin, llegamos a un lugar donde podemos descansar

Giramos a la izquierda para iniciar el descenso. Comemos en un pequeño promontorio con vistas a la cara sur de Pedraforca, mirando el vuelo de un quebrantahuesos que va pasando una y otra vez delante de la roca lisa. Últimamente, es cada vez más fácil ver estos pájaros enormes.

Aquí hay un quebrantahuesos. ¿Lo podéis ver?

“No sé por qué vienes con nosotros”, me dice Pep de repente. “No te interesan los archivos. Siempre te estás quejando. No participas en nuestro proyecto. Y además, para ver pájaros, no hace falta venir con nosotros”. Mientras vamos bajando por el bosque de pinos, voy reflexionando sobre lo que me ha dicho Pep.

El camino que baja desde el Prat de Reu

Salimos en el Coll de Jou, donde la excavación minera ha creado un pequeño lago. Toda esa explotación a cielo abierto se hizo para hacer más rentable la minería en el Berguedà, como también en Vallcebre y Figols. Pero el sector ya estaba tocado de muerte. Para tener 5 o 10 años más de trabajo, como mucho, se destrozó un paisaje y, a pesar de los intentos de restauración, sus efectos se van a notar durante unas cuantas décadas más.

Llegamos al coche y, como aún queda tiempo antes de la clase de canto, Pep y Carles deciden ir a Cal Bardines, cerca de Sorribes, donde hay un tramo recién recuperado del camino de Saldes a Gòsol que pasa por debajo de la carretera actual.

 El tramo restaurado del camino de Gòsol bajo la carretera actual

Vista desde Cal Bardines. En el fondo, el pueblo medieval de Gòsol y, al lado de la bandera, el Coll del Cap de la Creu. Viniendo por el camino antiguo, sería la primera vista que un viajante medieval tendría del pueblo. 

Aparcamos el coche y lo seguimos hasta el Coll del Cap de la Creu, pasando entre antiguos campos. Tiene gracia. Luego volvemos al coche y subimos a Cal Bardines, donde el camino continúa subiendo hasta una pista, desde la cual arranca el camino al Col de Jou. Veo que ese último trozo está marcado en nuestros mapas pero no recuerdo haberlo hecho.

En el viaje de vuelta en el coche, paso revista a 15 años saliendo juntos. “Nunca hemos tenido un proyecto común”, le digo a Pep finalmente. “Tenemos intereses comunes. Otra cosa es la amistad y eso no tiene explicación”. En casa, leo en la web de la BBC que, según un estudio, una amistad que haya durado más de 8 años probablemente durará toda la vida. ¡Pobre Pep!

Con eso, damos por concluida la salida de hoy. 10,6 km; 630 metros de desnivel acumulado.

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